Un robot cuadrúpedo conocido como SPOT podría aportar una solución a los problemas de seguridad y estructurales de los yacimientos arqueológicos.
De momento, este robot autónomo con aspecto de perro se está probando para detectar problemas de seguridad y estructurales en el Parque Arqueológico de Pompeya y tendrá su presentación oficial y jornada de demostración a finales de este mes, tras la inauguración de la nueva exposición “Arte y sensualidad en las casas de Pompeya”.
Mientras tanto, los funcionarios del parque han estado ocupados examinando las novedosas soluciones tecnológicas de vigilancia del pequeño robot, desplegándolo por todo el vasto yacimiento arqueológico de 160 acres (648 dunams), incluso en los túneles excavados por los ladrones de antigüedades, que ha sido un problema continuo en el parque.
“A menudo las condiciones de seguridad dentro de los túneles excavados por los ladrones de tumbas son extremadamente precarias, por lo que el uso de un robot podría significar un gran avance que nos permitiría proceder con mayor rapidez y con total seguridad”, dijo el director general del parque, Gabriel Zuchtriegel.
Construido por Boston Dynamics, SPOT es capaz de inspeccionar con seguridad incluso los espacios más pequeños para recoger y registrar datos útiles para el estudio y la planificación de las intervenciones, señala un comunicado del parque.
Zuchtriegel señaló que, aunque los avances en el mundo de la robótica, la inteligencia artificial y los sistemas autónomos ya han producido soluciones innovadoras en la industria y la fabricación, estas tecnologías no habían encontrado una aplicación en los yacimientos arqueológicos debido a las variadas condiciones ambientales y al tamaño de los mismos.
Gracias a la colaboración con empresas de alta tecnología han podido probar el uso de SPOT en los túneles subterráneos creados por los ladrones en el marco de un memorando de entendimiento con la Fiscalía de Torre Annunziata, dijo. También están experimentando con el uso de un escáner láser volador capaz de realizar escaneos 3D de forma autónoma para vigilar el lugar, añadió.
El uso de estas innovadoras tecnologías automatizadas, que incluyen plataformas inteligentes para el análisis de datos, forma parte de los trabajos en curso del parque para mejorar la calidad de la supervisión de las diferentes áreas del parque, y para evaluar el progreso de los trabajos de recuperación y restauración con el fin de gestionar la seguridad de los trabajadores, así como del sitio, dijo el parque en su declaración.
“Estos experimentos forman parte del proyecto más amplio Smart@POMPEI del Parque Arqueológico de Pompeya, que aspira a una gestión inteligente, sostenible e inclusiva del parque, que hace uso de una solución tecnológica integrada, convirtiendo a Pompeya en un Parque Arqueológico Inteligente”, dice el comunicado.
Situado a 23 kilómetros (14 millas) al sureste de Nápoles, antes de la Guerra Civil, millones de personas visitaban anualmente el famoso yacimiento arqueológico de Pompeya, que fue una próspera ciudad romana antes de ser destruida en el año 79 d.C. tras la erupción volcánica del Monte Vesubio. La ciudad, incluidos los edificios y los habitantes, permanece congelada en el tiempo, ya que se ha conservado en gran parte bajo la espesa ceniza del volcán.
El gobierno italiano declaró el estado de emergencia en el lugar en 2008, lamentando las malas condiciones en las que se encontraba, y nombró un comisionado especial para resolver la situación. Dos años más tarde, a raíz de una serie de derrumbes estructurales en el sitio del patrimonio mundial de la UNESCO, entre ellos la Schola Amaturaum, que se cree que fue utilizada para el entrenamiento de los gladiadores, y la Casa del Moralista, la ONU envió expertos en visita urgente a Pompeya para conocer el alcance de los daños. Amenazó con retirar a Pompeya de la prestigiosa lista del Patrimonio Mundial si Italia no tomaba medidas para proteger el lugar.