La Autoridad Palestina denunció el domingo los intentos de Estados Unidos de cerrar UNRWA, la agencia de la ONU que sirve a varios millones de árabes y sus descendientes a los que ha otorgado el estatus de refugiados palestinos, y fusionarla con la agencia que sirve al resto de los refugiados del mundo.
La revista Foreign Policy con sede en Estados Unidos informó el viernes que Jared Kushner, asesor de Medio Oriente del presidente estadounidense Donald Trump, este año envió un correo electrónico para un “esfuerzo sincero por interrumpir” la agencia de las Naciones Unidas para refugiados palestinos y ha estado presionando para eliminar el estatus de refugiado palestino de millones de árabes como parte de un aparente esfuerzo por cerrar la agencia.
Nabil Shaath, un asesor del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, afirmó que la administración Trump está “presionando para imponer hechos sobre el terreno, realizando todas las demandas de Israel”.
La oficina de Abbas dijo el sábado que “frustraría las conspiraciones para poner fin a la causa palestina”.
Bajo Trump, Estados Unidos ha congelado cientos de millones de dólares en ayuda a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), y el presidente estadounidense vincula la decisión con la negativa de los palestinos a hablar con su administración después de que reconoció a Jerusalén como la capital de Israel en diciembre.
Según los correos electrónicos publicados el viernes por Foreign Policy, Kushner ha sido muy crítico con UNRWA, y con él otros funcionarios de la Casa Blanca sopesan su cierre como parte de sus esfuerzos de paz.
“Es importante tener un esfuerzo claro y sincero para desbaratar a UNRWA”, escribió Kushner en un correo electrónico fechado el 11 de enero, días antes de que Estados Unidos congelara $ 65 millones en fondos para UNRWA. “Esta [agencia] perpetúa un status quo, es corrupta, ineficiente y no ayuda a la paz”.
“Nuestro objetivo no puede ser mantener las cosas estables y tal como están… A veces hay que arriesgarse estratégicamente a romper cosas para llegar allí”, agregó en el correo electrónico, de acuerdo con Foreign Policy.
Excepcionalmente, UNRWA concede estatus de refugiado a todos los descendientes de los árabes que se desplazaron por causa de las guerras árabes de exterminio contra el recién establecido Estado Judío en 1948, aumentando el número a unos cinco millones estimados en la actualidad, cuando se estima que el número real de refugiados de ese conflicto alcanza a unas decenas de miles. En las conversaciones de paz, el liderazgo palestino siempre ha exigido un “derecho de retorno” a Israel por estos millones, una afluencia que, de ser aceptada por Israel, significaría el fin de Israel como un Estado judío mayoritario.
Israel aduce que la demanda palestina es un esfuerzo facilitado por la UNRWA para destruir Israel por medios demográficos. Los árabes, que desde 1967 se hacen llamar “palestinos” también buscan un Estado independiente en Judea y Samaria, la Franja de Gaza y el Este de Jerusalén. Meses de continua violencia alimentada por Hamás en la frontera de Gaza con Israel se iniciaron bajo la bandera de una “Marcha del Retorno” y los líderes de Hamás declararon abiertamente que el objetivo final declarado es borrar la frontera y destruir a Israel.
Israel argumenta que un Estado palestino independiente, si se acordara en las negociaciones, absorbería a los refugiados palestinos y sus descendientes, al igual que Israel absorbió a los refugiados judíos de los países del Medio Oriente y el norte de África a lo largo de las décadas.