El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, llegó el sábado a El Alamein (Egipto), según informó la agencia de noticias Wafa, antes de las conversaciones de unidad entre facciones palestinas boicoteadas por el grupo terrorista Yihad Islámica.
La agencia de noticias palestina dijo que, además de presidir la reunión del domingo de los jefes de las facciones palestinas, Abbas “tiene previsto reunirse con su homólogo egipcio Abdel Fattah el-Sissi”.
La semana pasada, el líder del PIJ, Ziyad al-Nakhalah, condicionó la participación de su grupo en las conversaciones a la liberación de sus miembros y los de otras facciones detenidos por las fuerzas de seguridad de la AP en Judea y Samaria.
En una declaración a la AFP el sábado, el funcionario de la Yihad Islámica, Mohammad al-Hindi volvió a denunciar “la continuación de la detención política y la persecución de la resistencia”.
El grupo terrorista Frente Popular para la Liberación de Palestina también boicotea las conversaciones.
En la reunión del domingo participarán los jefes de otras facciones, incluido el líder del grupo terrorista Hamás, Ismail Haniyeh.
Abbas y Haniyeh se reunieron el miércoles en Ankara en vísperas de la crucial reunión del domingo. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que mantiene buenas relaciones con ambos, fue el anfitrión de las conversaciones y afirmó que su gobierno hará todo lo posible por impulsar la reconciliación intrapalestina.
Un funcionario palestino, que habló con la AFP bajo condición de anonimato por no estar autorizado a hablar con los medios de comunicación, dijo que las conversaciones pretenden “poner fin a las divisiones [entre facciones] para preparar un gobierno palestino unificado y elecciones presidenciales y generales”.
El portavoz de Haniyeh, Taher al-Nunu, declaró a la AFP que Hamás pretendía “unificar la posición palestina” en el marco de un plan estratégico para “hacer frente a la ocupación israelí ante la agresión de su gobierno extremista”.
Desde que Hamás se hizo con el control de la Franja de Gaza en 2007, el movimiento islamista ha estado enfrentado al secular Al Fatah de Abbas, que administra las zonas palestinas de Judea y Samaria, controladas por el ejército israelí desde la Guerra de los Seis Días de 1967.
Los intentos de poner fin a las desavenencias de más de 15 años entre Al Fatah y Hamás llevaron a los líderes de ambos movimientos a firmar un acuerdo de reconciliación en Argel el año pasado, en el que se prometían unas elecciones palestinas para 2023, que llevaban mucho tiempo aplazadas.
La reunión se produce en un momento en que las tensiones en Judea y Samaria se han disparado en el último año, con incursiones casi diarias de las Fuerzas de Defensa de Israel en respuesta a una serie de mortíferos atentados terroristas palestinos en Israel, principalmente en Judea y Samaria en los que 25 personas han sido asesinadas por terroristas musulmanes desde principios de año.