Según los informes, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, dijo el martes que creía que un futuro Estado palestino debería ser desmilitarizado, reiterando su respaldo a una demanda clave de Israel en cualquier acuerdo de paz.
Abbas dijo a un grupo de académicos visitantes israelíes que prefería dedicar fondos a la educación y las instituciones que a un ejército, informó la emisora pública Kan.
«Apoyo un Estado a lo largo de las fronteras de 1967 sin un ejército. Quiero a las fuerzas de policía desarmadas con porras, no con pistolas», habría dicho Abbas en Ramallah. «En lugar de aviones de combate y tanques, prefiero construir escuelas, hospitales y asignar fondos y recursos a las instituciones sociales».

Un asociado de Abbas confirmó a Kan que Abbas había hecho los comentarios, y que sus palabras estaban en línea con sus posiciones previamente establecidas.
La líder de la oposición Tzipi Livni confirmó que Abbas había expresado su apoyo a un Estado palestino desmilitarizado en las negociaciones de paz que mantuvo con él entre 2013 y 2014, durante el tercer gobierno de Netanyahu. Esas negociaciones, guiadas por el entonces secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, finalmente fracasaron.
Un informe de Haaretz en 2013 citó a Abbas diciendo que un Estado palestino sería desmilitarizado. En 2014, le dijo al New York Times que imaginaba a las fuerzas de la OTAN actuando como guardias fronterizos y combatiendo el contrabando.
«Seremos desmilitarizados. ¿Crees que tenemos la ilusión de que podemos tener seguridad si los israelíes no sienten que tienen seguridad?»
Israel siempre ha exigido que cualquier Estado palestino sea desmilitarizado. Actualmente, la Autoridad Palestina cuenta con una fuerza de seguridad formada por los Estados Unidos con armas pequeñas para mantener el control civil en las ciudades palestinas.

No ha habido negociaciones serias para un acuerdo de paz ya que las conversaciones fracasaron en 2014.
La administración de Trump ha estado trabajando durante mucho tiempo en un plan de paz para Medio Oriente, aunque ha guardado celosamente los detalles de su propuesta. Los funcionarios de Trump han dicho que están terminando el plan y trabajando para implementarlo, pero no han ofrecido ningún cronograma.
Funcionarios de Washington han dicho que ni los israelíes ni los palestinos estarían «completamente complacidos» con el plan.
El primer ministro Benjamin Netanyahu dijo el viernes que no veía «ninguna urgencia» para avanzar en el plan de paz del presidente estadounidense Donald Trump.
«Es asunto suyo si quiere promocionarlo«, dijo Netanyahu a los periodistas. «De vez en cuando comenta sobre el asunto, y puede llegar, aunque no veo urgencia en el asunto».

Incluso antes de la publicación del plan, la Autoridad Palestina, que está boicoteando a la administración, ha rechazado el intento de iniciar las conversaciones.
La frustración del líder palestino con la Casa Blanca se remonta a diciembre pasado, cuando Trump reconoció formalmente a Jerusalén como la capital de Israel y puso en marcha planes para trasladar allí la embajada de Estados Unidos desde Tel Aviv. El nuevo compuesto finalmente se abrió en mayo.
Desde el anuncio de Trump, los funcionarios de la Autoridad Palestina se han negado a reunirse con miembros del gabinete de Trump, declarando que han renunciado a su capacidad de actuar como un mediador honesto en las negociaciones.