El presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas pareció insinuar el lunes que los lazos de seguridad con Israel y Estados Unidos seguían intactos, a pesar de haber anunciado antes su cese en respuesta al plan de paz del presidente estadounidense Donald Trump.
El sábado, Abbas había dicho que estaba cortando todas las relaciones, incluyendo los lazos de seguridad, con Israel y los Estados Unidos sobre la iniciativa, que fue liberada la semana pasada y ha sido rechazada con rabia por los palestinos.
Un corte en los lazos de seguridad podría poner en peligro la relativa calma en la Judea y Samaria controlada por Israel.
Pero el lunes, Abbas pareció dar un paso atrás en esa declaración, dando a entender que aún no había cortado los lazos pero que aún podía hacerlo.
“Si los americanos continúan con este proyecto, el boicot está ahí (como una opción), un boicot completo”, dijo en una reunión de gabinete.
La coordinación de la seguridad israelí-palestina va desde el intercambio de información sobre las células terroristas en Judea y Samaria hasta la coordinación entre las fuerzas policiales. Las fuerzas palestinas también han recibido capacitación de los Estados Unidos y otros países occidentales.
Abbas cortó las relaciones políticas con la administración Trump en diciembre de 2017 después de que los Estados Unidos reconocieran a Jerusalén como la capital de Israel. Los palestinos reclaman el este de Jerusalén como la capital de su futuro estado.
“Queda un canal y este canal debería ser cortado”, añadió Abbas, aparentemente refiriéndose a la coordinación de la seguridad.
Prometió que su gobierno continuaría proporcionando a los palestinos los servicios clave, incluyendo la salud y la educación.
Abbas ha amenazado con cortar los lazos de seguridad con Israel en múltiples ocasiones, sin cumplir con ello.
Sus comentarios del lunes llegaron un día después de que un alto funcionario palestino dijera que la Autoridad Palestina no ha detenido la coordinación de seguridad con Israel, pero los lazos entre ambas partes son tensos.
“Hasta ahora, la coordinación está en curso, pero las relaciones son extremadamente tensas”, el funcionario, que habló con la condición de mantener el anonimato, dijo a Autoridad Palestina.
Rompiendo con las pasadas administraciones estadounidenses, el plan de Trump prevé la creación de un “Estado palestino” en alrededor del 70 por ciento de Judea y Samaria, un pequeño puñado de barrios en el este Jerusalén, la mayor parte de la Franja de Gaza y algunas zonas del sur de Israel, si los palestinos reconocen a Israel como un Estado judío, desarman a Hamás y otros grupos terroristas en la Franja de Gaza, y cumplen otras condiciones.
El plan también permite a Israel aplicar su soberanía en Judea y Samaria, otorga al Estado judío la soberanía sobre el Valle del Jordán y el control de la seguridad al oeste del río Jordán, y prohíbe a los “refugiados palestinos” establecerse en Israel.