Riad transfirió una ayuda de $90 millones a la Autoridad Palestina con el fin de mantener el funcionamiento del gobierno en Ramala, afectado por una grave crisis financiera. La notificación oficial del aporte fue presentada al ministro de Finanzas palestino, Estephan Salameh, por el embajador saudí ante Palestina, el príncipe Mansour bin Khalid, el lunes.
El representante saudí declaró en un comunicado que la subvención reafirma el compromiso de Arabia Saudí con el respaldo a la Autoridad Palestina y su intención de contribuir al cumplimiento de sus responsabilidades financieras. Precisó que esta entrega constituye un tramo dentro del compromiso continuo del liderazgo saudí de asistir al gobierno palestino en la gestión de sus obligaciones económicas.
Desde mayo, el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, ha bloqueado las transferencias mensuales en respuesta a la decisión de varios países occidentales de reconocer un Estado palestino. Aun antes de esa medida, Israel retenía sumas millonarias mensuales como compensación por lo que consideraba pagos de la AP a las familias de terroristas presos o de atacantes muertos. Según la Autoridad Palestina, los fondos retenidos ya alcanzan varios miles de millones de dólares.
Los ingresos que Israel recauda y debe transferir a Ramala representan la principal fuente del presupuesto de la Autoridad Palestina. La falta de esos recursos ha dejado a miles de empleados públicos durante meses sin percibir su salario completo, e incluso sin recibir paga alguna en ciertos periodos.
Ante esa situación, Arabia Saudí, Noruega, Francia y España impulsaron una campaña internacional de financiación con el objetivo de impedir la quiebra de la administración palestina. Mientras tanto, la administración Biden ha solicitado a Israel liberar los fondos retenidos, aunque la administración Trump no ha adoptado todavía una postura pública al respecto.
El vicepresidente del Comité Ejecutivo de la OLP, Hussein al-Sheikh, expresó en un comunicado su gratitud hacia Arabia Saudí por su “firme posición en apoyo al pueblo palestino y sus derechos legítimos a la luz de las difíciles condiciones económicas y financieras a las que se enfrentan”.
