Francia, Noruega, España y Arabia Saudita trabajan para reunir a los países en torno a un paquete de ayuda de emergencia destinado a evitar el colapso de la Autoridad Palestina, mientras Israel retiene cientos de millones de dólares que corresponden a Ramallah.
Durante cuatro meses consecutivos, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, se ha negado a transferir los ingresos de liquidación que Israel recauda en nombre de la Autoridad Palestina. Estos fondos constituyen la mayor parte del presupuesto de Ramallah y su retención ha llevado a la Autoridad Palestina al borde del colapso.
La carta dirigida a los posibles países donantes que asistirán a una conferencia franco-saudí sobre la solución de dos Estados en la ONU el lunes indica que se espera que los participantes exijan a Israel la liberación de los fondos palestinos.
Sin embargo, los organizadores parecen resignados a la posibilidad de que Jerusalén no ceda en el tema y, por ello, han establecido una meta de recaudación de $200 millones por mes durante los próximos seis meses para cubrir los gastos operativos de la Autoridad Palestina.
“También se necesita apoyo para la recuperación del sector privado y el funcionamiento de actores comerciales esenciales, incluidos los bancos palestinos”, indica la carta.
Un diplomático europeo declaró que los cuatro países participantes ya acordaron donar $200 millones al mes a la Autoridad Palestina durante seis meses, pero esperan que otros países contribuyan a compartir la carga.
“La Autoridad Palestina está comprometida con la implementación de una ambiciosa agenda de reformas, con el objetivo de lograr transformaciones estructurales que establezcan las bases para un Estado moderno, transparente y responsable”, señalan los ministros de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, Francia, Noruega y España, al justificar otra campaña internacional de recaudación de fondos para Ramallah.
La inclusión de Arabia Saudita en el esfuerzo resulta particularmente notable, ya que Riad había sido anteriormente uno de los mayores críticos del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, a quien acusaba de corrupción.
La participación del principal país árabe en el esfuerzo otorga a los recientes intentos de reforma de Ramallah un impulso de legitimidad.
La carta señala que la Autoridad Palestina enfrenta una “amenaza existencial” debido a la retención de los ingresos de liquidación, además de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, la violencia de los judíos que residen en Judea y Samaria judíos en Judea y Samaria y los bloqueos de transferencias a bancos palestinos.
“Un Estado palestino viable, capaz de satisfacer las necesidades y aspiraciones del pueblo palestino, será esencial para un futuro de paz y seguridad en el Medio Oriente”, afirman los cuatro países.
“Por lo tanto, necesitamos movilizarnos urgentemente para evitar un colapso financiero de la Autoridad Palestina, con graves implicaciones para la sociedad palestina, la estabilidad regional y la seguridad internacional”, continúa la carta. “La deficiencia financiera no puede ser la causa del fracaso del Estado palestino ni de la desestabilización de Oriente Medio”.
“Necesitamos actuar ahora y, con este objetivo, proponemos coordinar rápidamente en los próximos días una coalición de emergencia para Palestina”, concluye la carta.