A pesar de un boicot oficial de la Autoridad Palestina a Washington tras el reconocimiento del presidente estadounidense Donald Trump de que Jerusalén es la capital de Israel, un alto funcionario de la AP se reunió con Mike Pompeo el mes pasado, días antes de asumir el cargo de secretario de Estado.
La reunión en Washington entre el entonces director de la CIA Pompeo y Majed Faraj, jefe del Servicio de Inteligencia General de la Autoridad Palestina, era conocida por el presidente de la AP, Mahmoud Abbas, y por un pequeño número de altos funcionarios, Haaretz citó el lunes a altos funcionarios palestinos.
Si se confirma, sería el contacto de más alto nivel entre la Autoridad Palestina y los EE. UU. en más de seis meses.
Los palestinos se opusieron enérgicamente a la decisión de los Estados Unidos sobre Jerusalén y la posterior reubicación de la embajada de los Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén a principios de este mes. Los palestinos creen que el movimiento de los EE. UU. debilita su reclamo de partes de Jerusalén como la capital de un Estado futuro, lo que implica la división de la ciudad a la que el Estado Judío ve como unificada.
Abbas congeló lazos con los estadounidenses luego de que Trump anunciara la medida en diciembre pasado.
Haaretz mencionó por primera vez la reunión Faraj-Pompeo hace varias semanas, pero el lunes publicó más detalles.
Una de las fuentes citadas dijo que, si bien el boicot aún se mantiene en cuestiones diplomáticas, se están llevando a cabo discusiones de seguridad sobre cuestiones con ramificaciones que van más allá de las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos.

Algunos de los temas que se dijo fueron discutidos fueron la reunión del Consejo Nacional Palestino en Ramallah y el deterioro de la salud de Abbas, una posible indicación de la voluntad de Washington de garantizar la estabilidad una vez que ya no esté en el poder.
Abbas, de 83 años, fue dado de alta de un hospital en Ramallah el lunes donde había sido tratado por neumonía durante más de una semana en medio de los crecientes rumores de su condición médica en deterioro.
Faraj, uno de los socios más cercanos de Abbas, es considerado amigo de Pompeo, y los dos se conocieron el año pasado, después de que Trump tomara posesión como presidente.
El Departamento de Estado de EE. UU. se negó a comentar sobre el informe.
Los Estados Unidos han negado perjudicar el estatus final de Jerusalén. Pero el enfrentamiento con los palestinos ha complicado los planes de Estados Unidos para develar una propuesta para la paz en Medio Oriente. Los funcionarios estadounidenses no han dicho cuándo se dará a conocer el plan.