Según las cifras oficiales palestinas, la Autoridad Palestina pagó a los terroristas encarcelados en Israel 517 millones de NIS (143 millones) en 2019, en comparación con 502 millones de NIS (140 millones de dólares) en 2018. Sólo en enero de 2020, pagaron 77 millones de NIS (21 millones de dólares). La Autoridad Palestina sigue pagando los salarios a los terroristas en poder de Israel y a las familias de los terroristas muertos en los atentados, a pesar de la grave crisis económica provocada por el coronavirus, y a pesar de la protesta por estos pagos, tanto en Israel como en todo el mundo, y de las medidas financieras que se impusieron a la Autoridad Palestina a causa de estos pagos.
Los Estados Unidos, Países Bajos y Australia han suspendido la ayuda a la Autoridad Palestina debido a los pagos a terroristas palestinos, y el plan de paz Trump incluye la cancelación de la ley bajo la cual la Autoridad Palestina hace estos pagos como una condición previa al establecimiento de un Estado palestino.
Por su parte, Israel debe aplicar la ley contra el “pago por asesinato”, promulgada en 2018, en virtud de la cual retiene una duodécima parte de la cantidad que la Autoridad Palestina pagó los años anteriores a los terroristas o a sus familias de los ingresos fiscales mensuales que recauda para la Autoridad Palestina. Los palestinos protestaron contra esta ley y se negaron a aceptar los ingresos fiscales de Israel si no era la cantidad total. Sin embargo, finalmente las partes llegaron a un acuerdo según el cual la Autoridad Palestina aceptaría los ingresos, a pesar de las deducciones.
No obstante, aunque estamos en el cuarto mes de 2020, el gabinete israelí todavía no ha celebrado un debate sobre la aplicación de esta ley en 2020, por lo que es posible que los fondos para enero, febrero y marzo todavía no se hayan deducido. El gabinete de seguridad debe confirmar la cantidad que la Autoridad Palestina gastó en 2019 en los salarios de los terroristas, y comenzar inmediatamente a deducir los fondos pertinentes de los fondos que transfieren cada mes a la Autoridad Palestina.
Tras el brote de coronavirus, la Autoridad Palestina pidió a Israel que transfiriera los ingresos fiscales que había retenido debido a los salarios de los terroristas. La petición fue rechazada, pero en su lugar, el 22 de marzo, Israel transfirió 120 millones de NIS (33 millones de dólares) de los fondos que se disputan entre las partes como parte de su plan de emergencia para hacer frente al virus. A pesar de esto y de la cooperación entre las partes sobre el coronavirus, la Autoridad Palestina sigue difundiendo falsas afirmaciones contra Israel acusándolo de propagar el virus. Es obvio que si la Autoridad Palestina necesita más recursos para luchar contra la enfermedad, puede detener sus pagos a los terroristas.
La aplicación de medidas financieras contra Ramallah debido a su nociva práctica de fomentar el terrorismo prometiendo buenos salarios (que suben en función de la gravedad del delito) a los palestinos que matan a israelíes, no provocó el colapso de la Autoridad Palestina ni el fin de la cooperación en materia de seguridad con Israel, a pesar de las advertencias de los funcionarios de Israel y del mundo. Como he dicho en el pasado, estas amenazas de la Autoridad Palestina son inimaginables, ya que la existencia misma de la Autoridad Palestina es el logro más importante del movimiento nacional palestino, y puesto que la cooperación en materia de seguridad con Israel es mucho más beneficiosa para la Autoridad Palestina, que tiene que hacer frente a la amenaza de Hamás, que para Israel.
Otros países tienen que condicionar su ayuda a la Autoridad Palestina a la suspensión de los pagos a los terroristas y a la cancelación de la ley palestina en virtud de la cual se realizan dichos pagos. Una vez que otros donantes europeos adopten esta política, las posibilidades de que la Autoridad Palestina altere su comportamiento aumentarán.