El Banco Mundial concedió 30 millones de dólares a los palestinos de Judea y Samaria que se habían vuelto económicamente vulnerables a causa de la COVID-19 o cuya situación de pobreza se había agravado por la pandemia.
Según el Banco Mundial, al menos 68 mil hogares palestinos se han visto perjudicados económicamente por la pandemia.
Unos 20 millones de dólares de la nueva subvención se destinarán a ayudar a esas familias a través del Proyecto de Transferencia de Efectivo del banco, que antes de la COVID-19 ya tenía 21 400 hogares en su lista.
La asistencia a este programa es particularmente importante porque debido a la crisis económica de la AP no pudo proporcionar dinero para el programa durante el segundo trimestre del 2020.
Otros ocho millones de dólares se utilizarán para financiar tres mil puestos de trabajo a corto plazo con la ayuda de organizaciones no gubernamentales, informó el banco. El 50% de estos nuevos empleos serán para mujeres.
“La pandemia del coronavirus constituye un desafío sin precedentes con consecuencias socioeconómicas muy severas en una economía palestina ya en dificultades”, mencionó Kanthan Shankar, director del Banco Mundial para Judea y Samaria y Gaza. “La protección social se convierte en una prioridad para el Banco Mundial en el contexto del aumento de la pobreza y la pérdida de empleos. El nuevo proyecto tiene por objeto reducir el impacto de la conmoción en los trabajadores y los hogares mediante la protección de los ingresos y proporciona empleo alternativo a los desempleados”.
Friederike Uta Rother, especialista superior en protección social y jefe del equipo de tareas del proyecto del Banco Mundial, añadió: “La combinación de la ayuda financiera de emergencia y los empleos temporales en los servicios sociales de Judea y Samaria no solo ayudará a garantizar una vida digna, sino que también seguirá permitiendo la inversión en capital humano a pesar de las difíciles condiciones debidas a la pandemia de la COVID-19”.