El alto funcionario de EE. UU., Antony Blinken, y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, se han centrado en la “necesidad apremiante de implementar medidas que potencien la seguridad y libertad de los palestinos en Judea y Samaria”, conforme se desvela en la declaración oficial estadounidense de la conversación que sostuvieron en Ramallah.
Blinken, además, se refirió al compromiso de EE. UU. para apresurar el envío de ayuda humanitaria a Gaza y expresó su condena a la “violencia de los colonos israelíes” en Judea y Samaria.
Blinken afirmó su persistencia en que los responsables de acciones violentas contra palestinos sean completamente responsabilizados, tal como lo anuncia la declaración del Departamento de Estado. “El secretario recordó el persistente compromiso estadounidense con el avance de pasos reales para el establecimiento de un Estado palestino”, pronuncia el comunicado.
Según Wafa, la agencia oficial de noticias de la AP, Abbas incidía en la necesidad de establecer un cese al fuego duradero en Gaza, entre otras demandas, evitar los bombardeos sobre civiles y potenciar el envío de ayuda humanitaria a la franja. Abbas presentó a Blinken un “completo expediente en el que se documenta el supuesto crimen de ocupación israelí en Gaza y Judea y Samaria, incluido el este de Jerusalén”.
Abbas solicitó a Blinken instar al gobierno israelí para detener las “medidas supresoras” presuntamente dispuestas contra prisioneros palestinos en cárceles israelíes y frenar la expulsión de palestinos en Judea y Samaria, especialmente en el valle del Jordán.
El presidente de la AP reafirmó el compromiso de los líderes palestinos para asumir la responsabilidad de la población de Gaza, subrayando que este enclave costero se encuentra bajo la jurisdicción del “Estado de Palestina”. Abbas solicitó un Estado palestino en Judea y Samaria, el este de Jerusalén y Gaza, junto con la completa adhesión a las Naciones Unidas.