Estados Unidos defiende su decisión de vetar una resolución de la ONU, ampliamente apoyada, que habría facilitado la incorporación de “Palestina” como miembro de pleno derecho de las Naciones Unidas. Aunque apoya la solución de dos Estados, Estados Unidos insiste en que el estatus de Estado debe surgir de negociaciones directas entre Israel y los palestinos.
El embajador adjunto de Estados Unidos, Robert Wood, expresó ante la Asamblea general de la ONU que persisten “preguntas sin resolver” sobre si “Palestina” satisface los criterios de la ONU para ser miembro. Afirmó que acciones precipitadas en la ONU, aunque bienintencionadas, no lograrán el estatus de Estado para el pueblo palestino.
Wood afirmó que Estados Unidos está decidido a intensificar su compromiso con los palestinos y con el Medio Oriente en general, no solo frente a la crisis en Gaza, sino también para promover un acuerdo político que conduzca al estatus de Estado palestino y a su membresía en la ONU.
Reiteró las palabras del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, a los socios regionales en conversaciones recientes: Estados Unidos se opondrá a cualquier acción unilateral que pueda comprometer la viabilidad de una solución de dos Estados.
Wood citó tres principios subrayados por Blinken: que Gaza no puede ser una plataforma para el terrorismo, que Israel no debe reocupar Gaza, y que no debe reducirse el territorio de Gaza.
Por su parte, Riyad Mansour, embajador palestino ante la ONU, insistió en que “Palestina” cumple con todos los requisitos para ser miembro y anunció que la Asamblea general, donde no hay veto, votará el 10 de mayo una resolución para que el Consejo de Seguridad reconsidere favorablemente la candidatura “palestina”.
En respuesta a Estados Unidos, Mansour declaró ante la asamblea: “No pueden alegar apoyo a la solución de dos Estados y permanecer inactivos mientras Israel intenta abiertamente destruir el Estado palestino”, refiriéndose a declaraciones del primer ministro israelí.
Gilad Erdan, embajador de Israel ante la ONU, argumentó que otorgar a “Palestina” la plena membresía en la ONU tendría “dos consecuencias destructivas”: incentivará más el terrorismo y enviará un mensaje claro a los palestinos de que nunca necesitarán negociar ni hacer concesiones.