La financiación directa anual de los donantes a la Autoridad Palestina ha disminuido en mil millones de dólares en los últimos trece años, según un informe del Banco Mundial publicado el martes en el que se advierte que la AP se enfrenta a un déficit de 1.360 millones de dólares este año.
La situación financiera de la AP “sigue siendo frágil debido al elevado gasto público y a la escasa financiación externa”, escribió el Banco Mundial en el documento que se hizo público antes de la reunión del Comité Especial de Enlace en Noruega el 17 de noviembre.
El grupo de 15 países y entidades internacionales supervisa la financiación de los donantes para los árabes palestinos, incluyendo los proyectos humanitarios. También es uno de los pocos foros que reúne a palestinos e israelíes en un diálogo directo.
Según el Banco Mundial, la financiación directa de los donantes a la AP se ha reducido en un 85% en los últimos 13 años, pasando de 1.200 millones de dólares en 2008, cuando alcanzó su máximo histórico, a 184 millones de dólares este año, su mínimo histórico.
La financiación de los donantes se redujo un 38% en el último año, tras situarse en 488 millones de dólares en 2020. El Banco Mundial achacó el fuerte descenso de 2021 a la falta de donaciones de los países árabes del Golfo, al retraso de la ayuda financiera de la Unión Europea y a las escasas contribuciones al Fondo Fiduciario Multidonante del Banco Mundial.
El banco hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que aumente su apoyo financiero a la Autoridad Palestina. Advirtió que la continua falta de fondos podría afectar a la capacidad de la AP para combatir el COVID-19 y pagar los salarios de los funcionarios.
“La falta de financiación adicional obligaría a la AP a reducir algunos de sus gastos médicos y sociales en respuesta a la pandemia de COVID-19, agravando la situación sanitaria. También puede dar lugar a que la AP reduzca los pagos de salarios, como ha hecho en el pasado”, explicó el Banco Mundial.
El informe también hablaba del daño causado al déficit de la AP por la política de Israel de penalizar financieramente a la AP por proporcionar estipendios mensuales a los terroristas en las cárceles israelíes y a las familias de los palestinos muertos en la ejecución de atentados terroristas.
Israel retiene la suma de esos estipendios por terrorismo de las tasas fiscales que recauda en nombre de la AP y que transfiere a sus arcas.
El Banco Mundial explicó que en 2021 Israel había retenido primero 42 millones de NIS mensuales, luego 50 millones de NIS y aumentó la suma a 100 millones de NIS en agosto para compensar las deducciones por terrorismo que no se retuvieron en 2020.
Sin embargo, en un movimiento de cambio, Israel transfirió entonces un préstamo de 500 millones de NIS a la AP, según explicó el Banco Mundial.
Fue una medida que redujo el déficit previsto de la AP para 2021 de 1.690 millones de dólares a 1.360 millones, explicó el Banco Mundial.
“Los esfuerzos de todas las partes son fundamentales para evitar una crisis, ya que sin financiación adicional, la AP puede tener dificultades para cumplir sus compromisos recurrentes hacia finales de año”, dijo el Banco Mundial.
La situación financiera de la AP es más grave porque ha alcanzado el límite de lo que puede pedir prestado, dijo el Banco Mundial.
El endeudamiento de la AP superó los 2.000 millones de dólares en 2020, alcanzando los 2.500 millones de dólares en agosto de 2021”, explicó el informe.
Además, dijo el Banco Mundial, los bancos israelíes han “señalado planes para limitar o terminar los servicios bancarios correspondientes a los bancos palestinos en los últimos años” debido al temor al lavado de dinero y la financiación del terrorismo.
El informe también destaca las reformas financieras palestinas e israelíes que podrían aumentar los ingresos.
Según el Banco Mundial, la AP debería hacer más para fomentar el desarrollo del sector privado mediante la mejora de la normativa y la reforma del registro de la propiedad.
“El limitado registro de la propiedad y la falta de claridad de los derechos de propiedad, incluso dentro de las zonas controladas por los palestinos, constituyen un gran reto para el desarrollo de la vivienda urbana y de las empresas”, afirma el informe.
Israel puede ayudar aliviando las restricciones a la circulación y el acceso de bienes y personas, según el Banco Mundial. Puede abordar algunos de los problemas de “fuga fiscal”, como vincular electrónicamente el sistema de IVA israelí y palestino y reducir las tasas que cobra a la AP, explicó el banco.
Israel también debería transferir a la AP las tasas de salida que recauda en el puente de Allenby hacia Jordania y los impuestos cobrados a las empresas palestinas en la zona C de Cisjordania, que ha retenido, declaró el Banco Mundial.
El banco pintó un panorama sombrío de las perspectivas de empleo en los territorios palestinos, señalando que el desempleo en el segundo trimestre de 2021 era del 16,9% en Cisjordania y del 44,7% en Gaza, con el 59% de la población de Gaza viviendo por debajo del umbral de pobreza.
Sin embargo, la economía palestina ha comenzado a recuperarse de la crisis de Cisjordania, con un crecimiento previsto del 6%.
Lo atribuyó en parte al aumento de los permisos de trabajo que Israel había concedido a los palestinos para trabajar en los asentamientos o en el Israel soberano. Las aduanas recaudadas por el tabaco en rama y el petróleo también tuvieron un impacto positivo en la economía.
“El actual crecimiento impulsado por el consumo en Cisjordania refleja un repunte desde una base baja en 2020, exacerbada por la crisis de COVID-19”, dijo Kanthan Shankar, director del Banco Mundial para Cisjordania y Gaza.
Shankar advirtió, sin embargo, que la economía de la AP carece de “motores de crecimiento para lograr impactos positivos sostenidos en la economía y la calidad de vida. El camino a seguir es aún incierto y depende de la actuación coordinada de todas las partes para revitalizar la economía y ofrecer oportunidades de empleo a la población joven”.