ESTAMBUL, Turquía – El ministro de Relaciones Exteriores de la Autoridad Palestina, Riyad al-Malki, acusó el miércoles a Washington de «amenazar» a los países miembros de la Asamblea General de la ONU antes de una votación sobre el rechazo de la decisión estadounidense de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel.
Malki dijo que los funcionarios estadounidenses estaban «cometiendo otro error cuando distribuyeron esta famosa carta tratando de amenazar a los países, (y) amenazaron su decisión soberana de elegir cómo votar».
Habló en una conferencia de prensa con su homólogo turco Mevlut Cavusoglu en Estambul, poco antes de que ambos hombres partieran hacia Nueva York.
El martes, Nikki Haley, enviada de Washington ante la ONU, advirtió a los países que informaría al presidente de EE.UU., Donald Trump, los nombres de quienes respaldaron un proyecto de resolución que rechazaba el reconocimiento estadounidense.
La Asamblea General de la ONU realizará una sesión de emergencia el jueves para votar sobre la medida propuesta, luego de que Estados Unidos vetó una resolución similar para el Consejo de Seguridad.
«Esta es realmente una nueva definición de orden mundial en política y parece que la administración estadounidense … está poniendo su sello en una nueva realidad política que muchos países rechazarán», dijo Malki.
Turquía y Yemen solicitaron la reunión urgente de la Asamblea General en nombre del grupo de países árabes y la Organización de Cooperación Islámica (OCI).
Los dos países distribuyeron un proyecto de resolución el martes que refleja la medida que Estados Unidos vetó en el Consejo de Seguridad el lunes, reafirmando que cualquier decisión sobre el estatus de Jerusalén no tiene ningún efecto legal y debe ser anulada.
Malki dijo que la sesión de la ONU mostraría “cuántos países optarán por votar con la conciencia”.
“Votarán por la justicia y votarán a favor de esa resolución que fue presentada por Yemen y Turquía en nombre del grupo árabe y la OCI”, dijo.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha tratado de encabezar la condena islámica del plan de Trump en Jerusalén, convocando a una cumbre de los líderes de las naciones musulmanas la semana pasada en Estambul, que instó al mundo a reconocer al Este de Jerusalén como la capital de “Palestina”.
El Este de Jerusalén fue liberado por Israel de la ocupación jordana en la Guerra de los Seis Días de 1967, en aquel entonces ninguna entidad árabe reclamaba la capitalidad de Jerusalén ni existía la ideología islamo-política de “un estado palestino”.
En un discurso del 6 de diciembre desde la Casa Blanca, Trump desafió las advertencias mundiales e insistió en que después de repetidos fracasos para lograr la paz, hacía tiempo que se necesitaba un nuevo enfoque, describiendo su decisión de reconocer a Jerusalén como la sede del gobierno de Israel, simplemente basada en la realidad.
La medida fue aclamada por el primer ministro Benjamin Netanyahu y por líderes de gran parte del espectro político israelí. Trump enfatizó que no estaba especificando los límites de la soberanía israelí en la ciudad, y pidió que no haya cambios en el status quo en los lugares santos de la ciudad.
Cavusoglu dijo que su país esperaba un «fuerte apoyo» para la Autoridad Palestina en la Asamblea General de la ONU. «Todos con conciencia … están en contra de esta decisión que usurpó los derechos de Palestina», dijo.
El canciller dijo que «ningún país honorable cedería ante la presión de Estados Unidos», e instó a Washington a «revertir su error».
«Si Al’lah quiere, obtendremos un buen resultado mañana (jueves)», agregó.