El líder de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, ha sido internado una vez más en el hospital, según medios israelíes.
Abbas, de 82 años, fue hospitalizado el jueves, informó el periódico en idioma hebreo Maariv.
Del mismo modo, una fuente en la administración de Abbas había declarado que el líder con sede en Ramallah había sido enviado para un chequeo médico, según el Sputnik. Abbas pasó más de una semana en el centro médico al-Istishari en la capital de la Autoridad Palestina el pasado mes de mayo, después de que le diagnosticaron neumonía bacteriana.
Sin embargo, el informe de la hospitalización de esta semana fue denegado por el «embajador» de la Autoridad Palestina ante Rusia, Abdel Hafiz Nofal, quien dijo el jueves a los medios que no había cambios en los planes de Abbas de visitar Rusia el 13 de julio, contradiciendo rotundamente los informes de que estaba en el hospital.
«Está en su oficina», dijo Nofal. «Acabo de hablar con él. No hay cambios en su agenda y planea visitar Rusia», dijo al Sputnik.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, fue, sin embargo, más cauteloso en su respuesta al medio de comunicación.
«No lo puedo decir», se cubrió. «Si es cierto, sin dudas, le deseamos una pronta recuperación». La invitación seguirá en vigor, estará sobre la mesa, por eso creo que tal visita tendrá lugar una vez que sea conveniente para el Sr. Abbas», agregó, cuando se le preguntó si el Kremlin estaba al tanto de cualquier cancelación de la visita a raíz de la supuesta hospitalización del líder de la Autoridad Palestina.
Por otra parte, también puede ser una forma de que Abbas busque evitar cualquier intento del presidente de Rusia, Vladimir Putin, para organizar una cumbre de paz junto con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, invitó a reunirse con Putin en el Kremlin el 11 de julio, durante los últimos días de los partidos de la Copa Mundial.
El Emir de Qatar también estará en Moscú para asistir al torneo, y también se espera que se reúna con Putin. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, llega a Moscú para reunirse con su homólogo ruso el 16 de julio, después de que se haya jugado el partido final de la Copa del Mundo.