El Consejo Revolucionario de Fatah condenó las órdenes de seguridad en Judea y Samaria, según las cuales los bancos de la Autoridad Palestina (AP) serían multados y encarcelados si continuaban transfiriendo fondos de la Autoridad Palestina a las cuentas bancarias de los terroristas encarcelados.
En respuesta a esta orden, los bancos de la Autoridad Palestina congelaron las cuentas de los terroristas, pero prometieron reabrirlas, en contra de las órdenes que prohibían facilitar los pagos a los terroristas.
En una declaración emitida el fin de semana, la Organización de Liberación de Palestina (OLP) afirmó que las órdenes israelíes constituían “una violación y una terminación de los acuerdos diplomáticos y económicos” entre Israel y la Autoridad Palestina.
El Consejo Revolucionario de la OLP señaló que consideraba este paso como “una declaración de guerra contra lo más sagrado para la conciencia palestina y la existencia de la cuestión”.
Subrayó que “el pueblo palestino” no permitiría el ejercicio del orden ni la aplicación de decisiones adicionales, como la “anexión” de partes de Judea y Samaria, que la OLP consideraba la lógica de la “ocupación sionista criminal y terrorista”.
En la declaración también se aprecia la promesa del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, de que, si la Autoridad Palestina recibe al menos un centavo, el dinero se entregará a las familias de [los prisioneros terroristas].
Además, el Consejo Revolucionario de la OLP declaró que Israel está utilizando el brote de coronavirus para llevar a cabo sus planes “satánicos” “contra nuestros heroicos prisioneros” y que la “ocupación sionista” ha trabajado durante muchos años en la escena internacional, representando la “lucha palestina” con el terror.
A principios de esta semana, se informó de que los bancos de la Autoridad Palestina habían comenzado a cerrar las cuentas de los detenidos por seguridad por temor a que Israel los castigara por facilitar los pagos a los terroristas. En respuesta, activistas armados de la zona de Yenín enviaron un mensaje amenazador a los bancos exigiéndoles que no dejaran de efectuar pagos a las cuentas bancarias de los detenidos por motivos de seguridad.