El domingo por la noche estalló un enfrentamiento físico entre partidarios de Hamás y de Al Fatah en el Monte del Templo, frente a la mezquita apodada Al Aqsa,
El incidente fue el último de una serie de enfrentamientos entre partidarios de las dos facciones, mientras el apoyo a Hamás sigue creciendo en la zona del Este de Jerusalén, tradicionalmente apoyada por Al Fatah.
En un vídeo compartido en Twitter por el reportero de KAN, Suleiman Maswadeh, se puede ver a los partidarios de Fatah de pie en las escaleras de al-Aqsa ondeando banderas con el rostro de Yasser Arafat, ex presidente de la AP, en ellas. También coreaban “somos el pueblo de Abu Amar (Arafat)”, mostrando su lealtad a su antiguo líder, fallecido en 2004.
Esto llevó a que se produjeran peleas físicas entre los manifestantes de Fatah y sus rivales de Hamás, que han estado incitando a la violencia en el Monte del Templo durante las últimas semanas.
Muchos creen que Hamás incitó intencionadamente a los disturbios y a la violencia en la mezquita Al Aqsa y en todo el Este de Jerusalén durante el Ramadán, lo que acabó provocando la operación de 12 días de las FDI en la Franja de Gaza, conocida como Operación Guardián de los Muros. La operación de Hamás, en la que ellos y los grupos terroristas aliados dispararon más de 4.000 cohetes desde la Franja de Gaza hacia el territorio israelí, fue conocida como “La Espada de Jerusalén”.
Grandes pancartas con la imagen de los líderes terroristas de Hamás de la Franja de Gaza se colgaron frente a la mezquita durante el Eid al Fitre y decenas de personas se reunieron agitando banderas palestinas y coreando “oh Alah, da la victoria a Gaza”.
Apenas una semana después, al anunciarse el alto el fuego entre Israel y Hamás, la escena se repitió, esta vez con escenas de celebración mientras los partidarios de Hamás en el Este de Jerusalén celebraban su supuesta victoria.
Las tensiones llegaron a un punto álgido durante el fin de semana entre ambos grupos cuando el muftí palestino de Jerusalén, el jeque Mohammed Hussein, fue expulsado de la mezquita de Al Aqsa durante su propio sermón por los partidarios de Hamás. Hussein es un colaborador del presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbas, y fue acusado por los fieles de ser uno de los “perros de la Autoridad Palestina”.