La reciente votación en la Knéset contra la creación de un Estado palestino ha generado una respuesta contundente desde Ramallah.
Nabil Abu Rudeineh, portavoz del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, afirmó que “no hay paz ni seguridad para nadie sin el establecimiento de un Estado palestino” con Jerusalén Oriental como su capital, señalando que numerosos países miembros de la ONU ya han reconocido este derecho.
Abu Rudeineh también acusó al gobierno israelí de “empujar a toda la región al abismo” con el apoyo de Washington. Criticó duramente la guerra de Israel contra Hamás en Gaza, calificándola de “terrorismo” debido a las muertes de civiles que ha causado.
Por su parte, Hussein al-Sheikh, secretario general del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina y alto funcionario de Abbas, expresó en X que la decisión del Knéset confirma el “racismo” de Israel, su “desprecio por el derecho internacional” y su “política de perpetuar la ocupación para siempre”.
Al-Sheikh instó a los países que aún dudan en reconocer un Estado palestino a hacerlo “inmediatamente” para proteger la solución de dos Estados y pidió a los estados árabes que “respondan adecuadamente” a la resolución aprobada en la Knéset.