La administración Trump elogió el decreto firmado por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, que pone fin al programa de pagos a prisioneros de Ramallah, calificándolo como un “paso positivo y una gran victoria”, según un portavoz del Departamento de Estado en declaraciones a The Times of Israel.
Washington rompió su silencio de dos días sobre la medida y destacó que seguirá de cerca su implementación. “Aplaudimos cualquier acción para acabar con esta práctica abominable”, afirmó el portavoz, agregando que en las próximas semanas supervisarán el cumplimiento de la nueva normativa en coordinación con la Autoridad Palestina y el gobierno israelí.
El decreto de Abbas anula la legislación que vinculaba los pagos de asistencia social a la duración de las condenas de terroristas palestinos presos en cárceles israelíes y eliminaba los estipendios a familias de atacantes muertos en atentados. En adelante, la ayuda económica se otorgará únicamente en función de las necesidades financieras de las familias, como ocurre con otros ciudadanos palestinos.
Administraciones previas de EE. UU. intentaron sin éxito persuadir a la Autoridad Palestina para reformar esta política, que Ramallah defendía en honor a los miles de palestinos encarcelados en Israel, argumentando que muchos estaban detenidos injustamente.
La administración Biden avanzó significativamente en la negociación de esta reforma, que quedó prácticamente concluida a fines del año pasado. Sin embargo, Ramallah decidió postergar el anuncio hasta después de la reelección de Donald Trump como un gesto de buena voluntad hacia su nuevo mandato.