El Ministerio de Asuntos Exteriores dijo el miércoles que estaba organizando el transporte de los israelíes y sus familias desde la ciudad de Lviv, en el oeste de Ucrania, hasta la frontera con Polonia a lo largo del día.
“Representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores estarán en el paso fronterizo para ayudarles”, dijo el ministerio en un comunicado.
El ministerio dijo que los autobuses saldrán de Gazova 36 en Lviv y que la gente debe registrarse por adelantado llamando al +380-67-911-1764.
Hay unos 3.000 israelíes que siguen en Ucrania, y las evaluaciones sugieren que aproximadamente la mitad de ellos no están interesados en marcharse, según un portavoz de la Embajada de Israel en Ucrania, que ahora tiene su sede en Przemysl, al otro lado de la frontera con Polonia.

La embajada dijo que unos 3.000 ciudadanos israelíes han abandonado Ucrania desde que comenzó la invasión rusa el pasado jueves.
Israel instó a sus ciudadanos durante semanas a abandonar el país, pero muchos no hicieron caso de las advertencias.
Mientras tanto, el ministro de Asuntos Exteriores, Yair Lapid, celebró el miércoles una evaluación de la situación, tras la cual se anunció que se ampliarían los servicios en la frontera para proporcionar asistencia inicial con alimentos y medicinas a los israelíes que huyen de Ucrania, además de la asistencia de los servicios consulares.
“Los puestos de recepción en los pasos fronterizos son una tarea nueva e importante. Los ciudadanos llegan después de días y horas de camino, y nos necesitan”, dijo Lapid en un comunicado.
Los israelíes abandonan Ucrania a través de caóticos pasos fronterizos en medio de un éxodo de refugiados que crece rápidamente en los países del este de la Unión Europea, con más de 675.000 personas que huyen a los países vecinos desde que comenzó la invasión rusa, una cifra que no hará más que crecer, según la agencia de la ONU para los refugiados.
Shabia Mantoo, portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, dijo el martes que “a este ritmo, la situación parece que se convertirá en la mayor crisis de refugiados de Europa en este siglo”.