El gobierno israelí aprobó el lunes los planes de construcción de un hospital de campaña en el oeste de Ucrania.
El primer grupo de médicos israelíes ya ha aterrizado en Ucrania, según informó en Twitter el jefe de la oficina del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, Andriy Yermak.
El hospital, que se construirá como parte de los esfuerzos humanitarios israelíes en medio de la invasión rusa de Ucrania, está previsto que esté activo durante al menos un mes y costará a Israel unos 21 millones de NIS, que serán financiados por los ministerios de Sanidad y Asuntos Exteriores, la Oficina del Primer Ministro y donaciones.
Un hospital de campaña es algo que Kiev había pedido específicamente a Israel que estableciera como parte de su misión humanitaria, que Israel denominó Kochav Meir (Estrella Brillante), en honor a la ex primera ministra israelí y ucraniana Golda Meir.
El hospital contará con una sala de urgencias, una sala de partos y varios departamentos para el tratamiento de los refugiados hombres, mujeres y niños que huyen de las zonas de guerra en Ucrania.
La ayuda médica prestada incluirá el acceso a equipos y capacidades de laboratorio, como máquinas de rayos X y otras tecnologías del Centro Médico Sheba, que podrán utilizarse a distancia.
Hablando sobre el hospital de campaña propuesto a principios de marzo, el ministro de Sanidad Nitzan Horowitz dijo que «será operado por civiles; los preparativos están en marcha en el Ministerio de Sanidad». En una entrevista concedida a KAN Reshet B, añadió que «hay muchos voluntarios, profesionales médicos y médicos que quieren ir».
El gobierno israelí ha estado trabajando para proporcionar ayuda humanitaria y apoyo en Ucrania mientras se ocupa de los refugiados que llegan del este de Europa. Los voluntarios israelíes de United Hatzalah están repartidos por distintas fronteras ucranianas, equipados con maletas y cajas de ayuda médica y listos para asistir a los refugiados ucranianos en las fronteras del país.
Israel se ha preparado para absorber a 100.000 ucranianos en virtud de la Ley del Retorno, que permite inmigrar a Israel a cualquier persona que tenga al menos un abuelo judío. La ministra del Interior, Ayelet Shaked, anunció que el gobierno permitirá la entrada en el país a los ucranianos que tengan un familiar en Israel, lo que supone un cambio repentino en la política.