TRIPOLI, Líbano – Un refugiado sirio en el Líbano se prendió fuego el miércoles frente a una oficina de la ONU en un intento desesperado de obtener ayuda para su familia, sufriendo graves quemaduras.
La agencia de refugiados ACNUR y el Programa Mundial de Alimentos dijeron a la AFP que el hombre, nombrado por su familia como Ryad Khalaf Zibou, de 43 años, “se prendió fuego” en un complejo de la ONU en la ciudad norteña de Trípoli.
“Este trágico incidente subraya las presiones y dificultades que enfrentan muchos refugiados, que se están volviendo cada vez más vulnerables y que, en casos raros, recurren a actos tan desesperados”, dijeron las agencias en un comunicado conjunto.
“El personal de las Naciones Unidas atendió el incidente, brindó asistencia en primeros auxilios y lo llevó rápidamente al hospital, donde se encuentra en una situación grave pero estable”.
El doctor Gabriel al-Saba dijo a AFP que Zibou sufrió quemaduras de tercer grado en más de un tercio de su cuerpo y requerirá al menos dos meses de tratamiento.
La esposa de Zibou, Nadia, dijo a la AFP que la familia, originaria de la ciudad de Alepo, devastada por la guerra, no ha podido mantenerse a sí misma desde que se cortó la ayuda de la ONU que recibían hace cuatro meses.
“No tenemos dinero para comer, nuestras deudas se han acumulado. Mi esposo no estaba trabajando, pasó la mayor parte de su tiempo buscando trabajo”, dijo.
Expulsados de su patria por el brutal conflicto que ha destrozado a Siria, más de la mitad de los aproximadamente un millón de sirios registrados en el Líbano viven en “pobreza extrema”, según la ONU.
La ONU dejó de suministrar alimentos y ayuda financiera a algunas familias sirias hace varios meses para concentrar fondos en los hogares más desfavorecidos.
Más de 340,000 personas han sido asesinadas y millones han sido expulsadas de sus hogares desde que el conflicto en Siria estalló con protestas contra el gobierno en 2011.