El primer ministro Benjamin Netanyahu elogió el anuncio del lunes del gobierno de Trump de que ya no otorgará exenciones de sanciones a los clientes petroleros de Irán, ya que Estados Unidos dijo que tenía la intención de llevar a cero a la principal exportación de la República Islámica.
“La decisión del presidente Trump y la administración estadounidense es de gran importancia para aumentar la presión sobre el régimen terrorista iraní”, dijo la oficina de Netanyahu en un comunicado. “Mantenemos la determinación de los Estados Unidos contra la agresión iraní y esta es la forma correcta de detenerla”.
El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el lunes que no renovará las exenciones a cinco países que continúan importando petróleo de Irán. Las exenciones están programadas para expirar el próximo mes.
Trump tomó la decisión como parte de la campaña de “máxima presión” de la administración contra Irán que apunta a eliminar todos sus ingresos de las exportaciones de petróleo, lo que, según los Estados Unidos, es una actividad desestabilizadora de fondos en todo el Medio Oriente y más allá.
“Esta decisión tiene como objetivo llevar a cero las exportaciones de petróleo de Irán, negando al régimen su principal fuente de ingresos”, dijo la Casa Blanca en un comunicado.
El ministro interino de Relaciones Exteriores, Yisrael Katz, dijo que la medida ayudaría a forzar a Irán a terminar su programa nuclear y su apoyo al terrorismo.
“Solo los pasos difíciles de este tipo obligarán al régimen del Ayatolá en Irán a detener completamente el desarrollo de su peligroso programa nuclear y su apoyo a Hezbolá y los otros grupos terroristas en la región. Israel continuará siendo un socio leal de los Estados Unidos en la lucha contra la agresión iraní”, dijo.
Netanyahu fue la voz principal en contra del acuerdo nuclear de 2015 que abrió el mercado de exportación de Irán y ha elogiado los movimientos de Trump para revertir el pacto.
La decisión afecta a cinco naciones, China, India, Japón, Corea del Sur y Turquía, que habían seguido comprando petróleo a Irán.
China, uno de los clientes más grandes de Irán, criticó el anuncio, calificándolo de más evidencia de las “sanciones unilaterales y la jurisdicción de brazo largo” de los Estados Unidos. China, que depende de las importaciones de casi la mitad de su petróleo, podría presentar el desafío diplomático más difícil para los Estados Unidos. En el intento de hacer cumplir sus sanciones.
La administración otorgó ocho exenciones a las sanciones petroleras cuando impuso sanciones a Irán después de que Trump sacara a Estados Unidos del acuerdo nuclear de 2015. Se les concedió en parte para darles a esos países (Japón, Corea del Sur, Turquía, China, India, Grecia, Italia, Taiwán) más tiempo para encontrar fuentes de energía alternativas, pero también para evitar un impacto en los mercados mundiales de petróleo por la repentina eliminación del crudo de Irán.
Los funcionarios estadounidenses dijeron que no esperaban una reducción significativa en el suministro de petróleo dado el aumento de la producción de otros países, incluidos los propios Estados Unidos y Arabia Saudita.
Trump tuiteó que Arabia Saudita y otros miembros de la OPEP compensarían la diferencia.
Saudi Arabia and others in OPEC will more than make up the Oil Flow difference in our now Full Sanctions on Iranian Oil. Iran is being given VERY BAD advice by @JohnKerry and people who helped him lead the U.S. into the very bad Iran Nuclear Deal. Big violation of Logan Act?
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) April 22, 2019
Desde noviembre, tres de los ocho países, Italia, Grecia y Taiwán, han dejado de importar petróleo de Irán. Los otros cinco, sin embargo, no lo han hecho, y han presionado para que se extiendan sus exenciones.