La embajadora de Irlanda en Israel, Alison Kelly, fue convocada al Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel la noche del martes, menos de una hora antes de que el senado de su país celebrara un debate sobre la aprobación de un proyecto de ley para boicotear los productos de israelíes.
El proyecto de ley propuesto por el senador irlandés Frances Black establece que los poblados judíos en Judea y Samaria, en el Este de Jerusalén y en los Altos del Golán son un «crimen de guerra».
La oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu emitió una declaración que «condenó enérgicamente» la iniciativa legislativa irlandesa, cuyo único propósito «es apoyar al movimiento BDS y dañar al Estado de Israel».
Si se aprueba, fortalecería al movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones, según describió la oficina de Netanyahu.