Human Rights Watch ha pedido a un tribunal israelí que bloquee la deportación planificada de su director local.
Israel ordenó este mes a Omar Shakir que abandone el país, alegando que apoya los boicots contra Israel. El grupo dice que ni él ni Shakir, un ciudadano estadounidense, apoyan el boicot y acusa a Israel de intentar “silenciar las críticas sobre su historial de derechos humanos”.
La demanda del miércoles también acusa a Israel de aplicar inadecuadamente una ley anti boicot. Dice que la ley, utilizada para evitar que los activistas del boicot ingresen al país, no se aplica a las personas que ya se encuentran en el país con visas válidas.
“Este resultado es espeluznante ya que significa la creación de bases de datos basados en puntos de vista políticos, opiniones y declaraciones de civiles”, dice la demanda.
Shakir recibió la orden de partir antes de la medianoche del próximo lunes.
Omar Shakir, director en Israel y la Autoridad Palestina para Human Rights Watch (HRW), recibió una visa de trabajo de un año en abril de 2017 por el Ministerio del Interior, después de que las autoridades israelíes se negaron a otorgarle un permiso de trabajo dos meses antes, acusando a su organización en la “propaganda” contra Israel.
Sabine Hadad, vocera de PIBA, dijo que la decisión de revocar la visa de Shakir se debió a que supuestamente “apoyaba activamente” el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones contra Israel.
“Es inaceptable que un activista del boicot [contra Israel] obtenga un permiso para permanecer en Israel a fin de que [él] pueda actuar de todas las maneras posibles para dañar al Estado”. Trabajaré para sacar a esa gente de Israel por todos los medios a mi disposición y, por lo tanto, Omar Shakir abandonará Israel”, dijo el ministro del Interior, Aryeh Deri, cuya oficina supervisa a PIBA.
El ministro de Asuntos Estratégicos, Gilad Erdan, quien recomendó revocar la visa de Shakir, dijo que su oficina está “exponiendo la verdadera cara de los activistas del boicot”.