La filmación en Jordania de un nuevo proyecto de Netflix basado en Tel Aviv, ha provocado enojo entre los jordanos que se oponen a los lazos del país con Israel.
Las imágenes y los vídeos subidos a las redes sociales mostraron una calle en la capital, Ammán, en la cual el cartel fue reemplazado por uno de una calle en Tel Aviv y las placas de los autos se cambiaron por las israelíes.
La producción jordana para el proyecto está a cargo de la compañía jordana Desert Motion Pictures y la filmación se está llevando a cabo en más de 50 ubicaciones en Amman, según informes en los medios de comunicación en idioma árabe.
No estaba claro a partir de los informes si la filmación es para una serie o película de Netflix.
تطبيع في قلب العاصمة عمان.. مركبات بلوحات "إسرائيلية" لتصويرمشاهد من فيلم "إسرائيلي" في #الأردن.#التطبيع_خيانة pic.twitter.com/4y59FWcjFD
— شبكة قدس الإخبارية (@qudsn) November 17, 2018
Aunque los dos países tienen un tratado de paz, los lazos con Israel son impopulares entre gran parte del público en Jordania y las imágenes de la placa de la calle y las matrículas israelíes se encontraron con la ira de muchos en las redes sociales.
Un grupo que se opone a la “normalización” con Israel preguntó a la Comisión Real de Cine de Jordania, por qué se otorgó el permiso para filmar el proyecto y alegó que los locales interesados en participar en la filmación dijeron que podrían tener que usar uniformes militares israelíes, según los informes dijo.
Una fuente anónima en la compañía de producción que trabaja en el proyecto dijo a la agencia de noticias Al-Araby que no había israelíes involucrados en la producción, y que el proyecto destacaría la historia del pueblo palestino.
El mes pasado, el rey Abdullah II de Jordania anunció que no renovaría parte del tratado de paz de 1994 que otorgó a Israel el uso de dos pequeñas áreas agrícolas a lo largo de la frontera.
Abdullah dijo que retiraría dos anexos del acuerdo de paz que permitieron a Israel arrendar las áreas a los jordanos durante 25 años. Los arrendamientos expiran el año que viene.
Abdullah no dio una razón para su decisión, pero ha estado bajo presión doméstica para finalizar el contrato de arrendamiento que incluye áreas en Naharayim en el norte y el enclave de Tzofar en el desierto del sur de Arava, los cuales ahora regresarán a manos jordanas dentro de un año.
El acuerdo es renovable automáticamente a menos que cualquiera de las partes dé un aviso de un año para rescindir el acuerdo, “en cuyo caso, a solicitud de cualquiera de las partes, se realizarán consultas”.
Según los funcionarios israelíes, la decisión es significativa, ya que marca el deseo jordano de reducir efectivamente las relaciones diplomáticas con Israel.
Amman ha enfrentado una intensa presión para cancelar el contrato de arrendamiento con Israel, incluidos 80 legisladores que firmaron una carta al gobierno instando a la cancelación.