La Unión Europea instó el martes al gobierno a no expulsar a un alto funcionario de Human Rights Watch, advirtiéndole a Israel que no “se una a una lista muy corta de países” que han expulsado a activistas de derechos humanos.
La UE también pidió al gobierno israelí que investigue un evento la semana pasada durante el cual un activista árabe de derechos humanos que protestaba contra las acciones israelíes en la frontera de Gaza resultó herido, presuntamente bajo custodia policial.
“El apoyo a los defensores de los derechos humanos es una parte integral de la política de la Unión Europea en materia de derechos humanos. Los defensores de los derechos humanos representan aliados naturales e indispensables en la promoción de los derechos humanos en sus respectivos países”, dijo la portavoz de la UE Maja Kocijancic.
Citando su presunto apoyo al boicot a Israel, el Ministerio del Interior anunció a principios de mes que había revocado el permiso de entrada de Omar Shakir, director de Human Rights Watch, que es ciudadano estadounidense, y le ordenó abandonar el país en 14 días.
Shakir luchó contra la decisión, pero el Tribunal de Distrito de Jerusalén rechazó su apelación e insistió en que se fuera antes del 24 de mayo.
“La Unión Europea espera que las autoridades israelíes revoquen su decisión, ya que de lo contrario Israel se uniría a una lista muy breve de países que han prohibido el ingreso o la expulsión del personal de Human Rights Watch”, dijo Kocijancic.
“La Unión Europea sigue representando un entorno abierto y propicio para la sociedad civil, dentro de Europa, en Israel, en el territorio palestino ocupado y en todo el mundo”.
Las autoridades israelíes han reprimido a los grupos que se considera que apoyan la campaña mundial de BDS (boicot, desinversión y sanciones), que apunta a erradicar la presencia Judía de los Altos del Golán, el Este de Jerusalén, Judea y Samaria.
El año pasado, la Knéset aprobó una ley que prohíbe el ingreso al país de los boicoteadores de los poblados judíos de Judea y Samaria. Sin embargo, la legislación aún le da al ministro del interior margen de maniobra para hacer excepciones.
Israel, sus defensores e incluso algunos de sus críticos han acusado repetidamente a Human Rights Watch de tener un sesgo anti-Israel, una crítica a la que el fundador de la organización, Robert L. Bernstein, se unió a un artículo de opinión que publicó en 2009 en The New York Times. Bernstein reiteró su crítica al año siguiente durante una conferencia en una universidad de Nebraska.