Ezequiel 34:11, en muchas Biblias cristianas como la Reina-Valera 1960, dice: “Porque así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo, yo mismo iré a buscar mis ovejas, y las reconoceré”.
A partir de este versículo, algunos cristianos afirman que Jesús es Dios en persona, argumentando que él mismo vino a buscar a sus “ovejas”. Sin embargo, el texto original en hebreo no dice eso. Un error de traducción altera el significado, y al analizar los versículos 10 y 11 juntos, se hace evidente.
Análisis del hebreo en Ezequiel 34:10 y 11
El versículo 10 en hebreo dice:
koh-amar Hashem Elohim hinni el-haroim vedarashti et-tzoni mi’iadam vehishbatim merot tzon velo-iru od haroim otam vehitzalti tzoni mipihem velo-tihiena lahem leojlah.
Su traducción es:
“Así dice el Señor Dios: Aquí estoy contra los pastores, y demandaré mis ovejas de sus manos. Los haré dejar de pastorearlas, y no volverán a hacerlo. Rescataré mis ovejas de sus bocas, y no serán más comida para ellos”.
Este pasaje habla de pastores corruptos que han descuidado o explotado a las ovejas, es decir, al pueblo de Israel. Dios declara que reclamará a sus ovejas y las salvará de estos líderes injustos.
El versículo 11 en hebreo dice:
ki koh amar Hashem Elohim hinni-ani vedarashti et-tzoni uviqartim.
La traducción es:
“Porque así dice el Señor Dios: Aquí estoy yo, y demandaré mis ovejas y las cuidaré”.
En ambos versículos aparece la misma frase en hebreo: vedarashti et-tzoni, que significa “demandaré mis ovejas”. La estructura del versículo 11 refuerza lo dicho en el versículo 10, sin introducir una idea nueva.
La diferencia en la Reina-Valera 1960
En la traducción cristiana de la Reina-Valera 1960, la misma expresión hebrea vedarashti et-tzoni recibe interpretaciones distintas. En el versículo 10, se traduce correctamente como “demandaré mis ovejas”, lo que indica que Dios reclamará lo que le pertenece. Sin embargo, en el versículo 11, la misma frase se convierte en “iré a buscar mis ovejas”, lo que cambia completamente el significado.
Este cambio introduce la noción de que Dios sale físicamente a buscarlas, lo cual es ajeno al texto hebreo. En hebreo, el verbo darash implica exigir, reclamar o buscar en el sentido de demandar justicia, no en el de desplazarse físicamente en una búsqueda. Además, el versículo 11 no menciona ningún desplazamiento ni llegada, sino que simplemente refuerza el mensaje del versículo 10: Dios tomará a sus ovejas y las cuidará.
Implicaciones teológicas
Esta alteración en la traducción tiene consecuencias importantes. En la perspectiva judía, Dios no necesita “salir” como una persona para buscar algo, sino que actúa con su poder y autoridad. La versión cristiana, al modificar la traducción, introduce una idea ajena al texto hebreo que puede interpretarse como una referencia a la encarnación de Jesús, cuando en realidad el capítulo 34 de Ezequiel solo habla de Dios salvando a Israel de líderes egoístas y asumiendo el rol de pastor.
Conclusión
El análisis del hebreo deja claro que vedarashti et-tzoni significa “demandaré mis ovejas” en ambos versículos. La Reina-Valera 1960 cambia esta expresión en el versículo 11 para decir “iré a buscar”, lo que introduce una idea errónea y refuerza una interpretación cristiana que el texto original no apoya. Ezequiel 34 no habla de una encarnación de Dios ni de Jesús, sino de la restauración de Israel bajo el cuidado directo de Dios. Cualquier intento de utilizar este pasaje para probar que Jesús es Dios proviene de una traducción manipulada, no del mensaje auténtico de Ezequiel.