El jueves por la noche, en la ciudad de Hamburgo, al norte de Alemania, una estructura utilizada por los Testigos de Jehová fue blanco de disparos, con el resultado de un número indeterminado de muertos y heridos, según las autoridades.
En la segunda ciudad más grande de Alemania, el tiroteo se produjo en el barrio de Gross Borstel, situado a pocos kilómetros (millas) al norte del centro de la ciudad.
Solo sabemos que muchos individuos perecieron aquí; otras personas resultaron heridas y fueron trasladadas a hospitales, declaró el portavoz policial Holger Vehren.
Afirmó desconocer el alcance de los daños sufridos por los heridos.
Según las noticias locales, el Salón del Reino de los Testigos de Jehová, de tres plantas, estaba rodeado por una gran presencia policial.
Según Vehren, se llamó a la policía, que llegó poco después de las 21:15. Una vez que llegó la policía, dijo, oyó disparos desde el segundo piso y localizó a una persona que cree que es el pistolero. Dijo que el uso de armas por parte de los agentes fue innecesario.
Vehren dijo que era probable que el culpable o los culpables siguieran dentro del edificio o estuvieran entre los fallecidos.
La policía no sabía qué estaba ocurriendo en el interior del local en el momento del tiroteo.
También se desconocía por el momento la probable motivación. Cuando se le preguntó por el trasfondo de la situación, Vehren señaló que “el contexto sigue siendo absolutamente desconocido”.
En un tuit, el alcalde de Hamburgo, Peter Tschentscher, calificó la noticia de “terrible” y dio el pésame a las familias de las víctimas.