El compositor argentino Lalo Schifrin, célebre por sus partituras que revolucionaron el cine y la televisión, murió a los 93 años el jueves debido a complicaciones por neumonía, según informó Variety.
Originario de Buenos Aires, Schifrin fusionó géneros como el jazz, el rock y arreglos orquestales en sus composiciones. Durante las décadas de 1960 y 1970, creó bandas sonoras memorables para películas que definieron una era, consolidándose como un innovador en Hollywood.
La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas reconoció su trayectoria en 2018 con un Oscar honorario, un honor que solo otros dos compositores han recibido. A lo largo de su carrera, Schifrin acumuló seis nominaciones al Óscar, destacándose por su versatilidad y creatividad.
El tema de “Misión: Imposible” le otorgó fama mundial, con dos premios Grammy y tres nominaciones al Emmy. Utilizado en la serie original de los años 60 y en la franquicia cinematográfica protagonizada por Tom Cruise, este trabajo permanece como un emblema de su genialidad.
Nacido el 21 de junio de 1932 en una familia judía, hijo del concertino de la Filarmónica de Buenos Aires, Schifrin estudió música clásica en París y tocó en clubes de jazz. Esta formación dual le permitió desafiar las fronteras entre géneros musicales, una característica distintiva de su obra.
Un encuentro fortuito con Dizzy Gillespie en los años 50 marcó su carrera. En 1958, Schifrin se mudó a Estados Unidos para trabajar como pianista y arreglista del legendario trompetista, un paso que lo acercó a Hollywood.
En 1963, ya establecido en la meca del cine, comenzó a componer para televisión y películas. Sus bandas sonoras para “Cool Hand Luke” y “Bullitt” destacaron por combinar jazz, blues y arreglos orquestales. Además, colaboró con el director Don Siegel en cintas como “Harry el sucio” y sus secuelas, dejando una huella imborrable.
Schifrin deja a su esposa Donna, tres hijos y cuatro nietos, además de un legado musical que continuará inspirando generaciones.