El célebre escritor israelí Meir Shalev, autor de numerosas obras de ficción, ha fallecido a los 74 años tras una lucha contra el cáncer.
Trayectoria literaria
Shalev comenzó su carrera literaria a los 40 años, escribiendo, primero, libros infantiles antes de adentrarse en la ficción para adultos. Sus obras se caracterizaban por combinar narraciones bíblicas con las complicadas vidas de los israelíes modernos.
Su primera obra de ficción para adultos, “La montaña azul”, fue un éxito instantáneo entre los lectores israelíes, convirtiéndolo en uno de los autores contemporáneos más populares del país.
Los temas recurrentes de sus obras incluían asociaciones bíblicas y conceptos míticos, además de la figura de la mujer como fuente de poder detrás de los hombres. Sus libros han sido traducidos a 26 idiomas.
Vida personal y carrera periodística
Nacido en 1948 en el primer moshav del país, Nahalal, Shalev era hijo de un poeta y una madre dedicada a la educación. Sirvió en la Brigada Golani y luchó en la Guerra de Desgaste y la Guerra de los Seis Días. Posteriormente, estudió psicología en la Universidad Hebrea e inició su carrera como periodista en televisión y radio.
Pasión por la literatura infantil
Shalev escribió 14 libros infantiles, incluyendo la popular serie sobre el gato Kramer. La inspiración para escribir cuentos infantiles le venía de sus recuerdos como ávido lector juvenil, cuando cada libro ofrecía una especie de magia y evasión de la realidad. También utilizaba la escritura de cuentos infantiles como descanso del bloqueo del escritor en sus novelas.
Reconocimientos y legado
Shalev recibió numerosos premios por sus obras, incluyendo el Premio Bernstein, el Premio Brenner y el National Jewish Book Award. Fue condecorado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia en 2018.
Su libro “Esaú” fue llevado al cine en 2020, protagonizado por Shira Haas, Harvey Keitel y Lior Ashkenazi.
Homenajes y reacciones
Figuras políticas y literarias de Israel han expresado su tristeza por la pérdida de Shalev, destacando su contribución a la cultura y literatura israelí. El presidente Isaac Herzog lo describió como un hombre con espíritu cuya patria e historia latían en cada una de sus palabras. El ex primer ministro Naftali Bennett afirmó que amaba sus libros y el sentido de israelidad que representaba.