La cuenta regresiva comenzó cuando el jardín de infancia Arava de Ariel, en Israel, comenzó sus preparativos para ir a la Luna.
Todo comenzó cuando los niños escucharon que una nave espacial israelí estaba programada para lanzarse a la luna, lo que convierte a Israel en el cuarto país en hacerlo, después de los Estados Unidos, la Unión Soviética y China.
Los niños del jardín de infancia de Arava sugirieron que ellos también pueden construir una nave espacial para enviarla a la luna.
Para cumplir su deseo, los preparativos debían ser hechos. Los niños tenían que aprender sobre las condiciones de la luna, cómo vestirse y qué llevar para viajar por el espacio.
Además, los niños aprendieron a construir una nave espacial y se pusieron a trabajar.
El proceso de aprendizaje de los niños se realizó como parte de sus estudios sobre ciencia y robótica, mientras que los objetivos del programa fueron:
- Conocimiento y exposición a los conceptos en las ciencias de la Tierra y el Universo (Tierra, astronautas, lanzaderas espaciales, la Luna, el Sistema Solar);
- Desarrollar la alfabetización científica y tecnológica de los niños; y
- Expandir los procesos de pensamiento, discurso e imaginación dentro del contexto científico.