Más de 700 policías patrullaron Birmingham el jueves por un operativo ligado al partido entre Maccabi Tel Aviv y Aston Villa, y por marchas anunciadas. Las autoridades vetaron a los fanáticos israelíes visitantes. La medida se aplicó en previsión de concentraciones opositoras y protestas conectadas con el encuentro futbolístico europeo.
La policía local informó que grupos contrarios fijaron protestas alrededor de Villa Park, entre ellas una convocatoria que exigía excluir a Israel del fútbol internacional. Un video de Instagram del colectivo musulmán “Deen1fied” exhibió activistas enmascarados con carteles cerca del estadio que proclamaban “No se permiten juegos de guerra” y “Si ves a un sionista, llama a la línea directa antiterrorista”.
La misma grabación mostró otro mensaje: “Disparando a bebés en Gaza, jugando juegos en Birmingham”. Birmingham alberga una de las comunidades musulmanas más numerosas del Reino Unido. Un grupo proisraelí convocó una acción de respaldo a Maccabi. Ambas marchas comenzarían a las 6 p. m. (1800 GMT) bajo fuerte dispositivo policial, dos horas antes del inicio.
“Tenemos experiencia en la vigilancia de partidos de fútbol y manifestaciones de alto perfil, y durante muchas semanas, hemos estado trabajando en estrecha colaboración con diferentes grupos religiosos y comunitarios locales para escuchar sus puntos de vista y preocupaciones”, dijo la policía de West Midlands en un comunicado, al justificar la coordinación preventiva.
Asesores de seguridad locales y la policía excluyeron a los hinchas del Maccabi del juego de Europa League en la ciudad del centro de Inglaterra, lo que generó críticas. El gobierno británico prometió revertir el veto el mes pasado. Aun así, el club israelí rehusó aceptar entradas por motivos de seguridad, y Villa dejó vacío el sector visitante.
Birmingham, segunda urbe del país, ha albergado manifestaciones frecuentes propalestina y antiisraelíes desde la masacre de Hamás del 7 de octubre de 2023 y la guerra en Gaza. El abogado musulmán Akhmed Yakoob pidió en redes que los manifestantes mantuvieran la paz y no cubrieran sus rostros en la jornada.
En paralelo, canales asociados a Tommy Robinson ofrecieron respaldo a los aficionados del Maccabi frente a “activistas islamistas”, y esa intervención se citó como la “gota que colmó el vaso” para bloquear entradas del público visitante. La policía clasificó el partido del jueves como de “alto riesgo”, por antecedentes y alertas concurrentes.
El estatus derivó de “enfrentamientos violentos y delitos de odio” tras el Ajax–Maccabi de Europa League en Ámsterdam, en noviembre. Hubo bandas musulmanas y árabes que atacaron a hinchas israelíes en “cacerías de judíos” coordinadas, con cinco hospitalizados. Videos registraron a seguidores del Maccabi cantando consignas racistas antes del encuentro.
Maccabi Tel Aviv rechazó entradas también después de que la policía israelí canceló un duelo de la Premier League israelí contra el club local de izquierda Hapoel por “disturbios” entre barras rivales. La directiva afirmó que sus hinchas no participaron, y denunció “falsedades llenas de odio” que generaron una “atmósfera tóxica”. Aston Villa pidió evitar símbolos políticos, conforme protocolos de la UEFA.
