Un israelí, un iraní y un saudí son parte de un mismo equipo de trabajo, y todo esto en un ambiente de armonía. Es así que en el actual mundo, con la situación política internacional donde muchos países son enemigos, el Jiu-Jitsu demuestra ser un rayo de esperanza positivo para la unidad, asegura el portal deportivo BJJ Eastern Europe.
Cuando las personas fueron educadas para odiar a los ciudadanos de otro país; entrenar o competir contra ellas puede ser un problema como se ha visto cuando un luchador persa se negó a competir con un par israelí.
Por su parte, el campeón mundial e instructor de Gi en Atos San Diego, Josh Hinger, contó sobre un caso positivo donde sus alumnos, que vienen de tres países que son enemigos tradicionales; Irán, Israel y Arabia Saudita, dejaron de lado sus diferencias y entrenan juntos en paz y armonía, incluso ayudándose mutuamente a prepararse para las competiciones.
En su cuenta de Facebook, escribió: “Estos muchachos son un gran ejemplo de cómo el jiu-jitsu une a las personas”. “Vienen de tres países diferentes con gobiernos que se desprecian mutuamente. Uno de Irán, uno de Israel y otro de Arabia Saudita. Aunque los gobiernos de sus países de origen no se llevan bien, estos tres hombres se unieron como compañeros de equipo para compartir un amor común por el jiu-jitsu”, continuó.
Por último cerró: “No podría estar más orgulloso de las buenas vibras y el arduo trabajo que dedican al jiu-jitsu cada semana. En este momento están ayudando a prepararse para el @ibjjf Long Beach Int’l Open. No hay política aquí. Solo amor y jiu-jitsu. #atosjiujitsu #jiujitsufriends #nopolitics #justlove #bjj #jiujitsu #whitebelts #sandiego #atos #togetherwearestronger”.
No es el único caso en que esta disciplina logra lo que en política no se puede dar. También hay un caso donde los equipos, serbio y croata de BJJ entrenan y pasan el tiempo juntos. Los dos países que formaban parte de Yugoslavia estuvieron involucrados en una sangrienta guerra civil en los años 90.
Fuente: agenciaajn.com