El israelí Omri Haviv obtuvo la medalla de oro en el Campeonato Mundial de Jiu-jitsu en Bangkok el viernes, después de que el kazajo Aldiyar Serik recibiera la descalificación por una patada ilegal y se negara a darle la mano. El desenlace cerró una final interrumpida por una falta clara.
El combate ocurrió un día después del anuncio de Kazajistán sobre su incorporación al marco de normalización de los Acuerdos de Abraham con Israel. El contexto diplomático elevó la atención sobre el duelo, aunque el incidente deportivo dominó la conversación al quedar definido el resultado por sanción inmediata.
Haviv, de 23 años, ganó el primer lugar en la división masculina adulta de menos de 69 kilogramos sin Gi, el uniforme tradicional. Mantuvo ventaja sobre Serik en la final, y el kazajo perdió el control y lanzó una patada que quebró el reglamento y cambió el desenlace.
Israeli jiu-jitsu champion wins gold after Kazakh rival kicks him, refuses handshake | Watch
— Ynet Global (@ynetnews) November 7, 2025
Israeli athlete Omri Haviv won gold at the jiu-jitsu world championship in Bangkok after his Kazakh opponent lost control, kicked him, and refused to shake his hand; Federation chair:… pic.twitter.com/x86bjv1iau
Patear y golpear figuran como acciones prohibidas en el Jiu-jitsu, una disciplina que prioriza agarres, controles y llaves hasta la sumisión del oponente. El sistema valora la técnica en suelo y transiciones de dominio, por lo que los impactos con piernas o puños no tienen cabida reglamentaria.
El juez descalificó de inmediato a Serik, que abandonó el tatami con evidente enfado. Las imágenes mostraron a Haviv ponerse de pie, estrechar la mano del árbitro y salir detrás del kazajo para ofrecerle la mano también. El intento fracasó y el deportista rechazó el gesto.
Después del partido final, Haviv expuso su versión en una entrevista con el medio israelí ONE y subrayó que su enfoque buscó preservar el orden. “Se molestó mucho, pero mantuve la calma, tanto porque no quería dañar mis posibilidades de ganar como porque no soy ese tipo de persona”, dijo.
El atleta añadió un gesto de deportividad que no prosperó y lo explicó con claridad. “Traté de estrecharle la mano y terminarlo honorablemente. Por supuesto, no estaba dispuesto a estrecharme la mano, ni siquiera se dio la vuelta y no quería hablar”. Su testimonio coincidió con las imágenes difundidas.
A lo largo del torneo, Haviv informó a ONE que superó a rivales de México y Rusia en las rondas previas. Accedió a la final porque el contendiente kuwaití programado para las semifinales rehusó enfrentarse a un israelí, y la llave avanzó a favor del representante de Israel.
El entrenador del equipo israelí, Amir Boaron, describió el episodio en declaraciones al periódico Israel Hayom y lo redujo a una síntesis directa: “un momento loco en el campeón mundial”. El técnico remarcó que el desarrollo competitivo ya favorecía a su pupilo antes de la infracción definitiva.

El entrenador vinculó el incidente con el contexto político reciente. “Omri llegó a la final, entrenó a su rival y luego el kazajo decidió patearlo”, dijo Boaron. “Ayer mismo, el estado de Kazajistán firmó los Acuerdos de Abraham, y hoy un combatiente kazajo se comporta así. Es completamente antideportivo”.
El jueves, la república centroasiática de mayoría musulmana se convirtió en el primer país que ingresó a los Acuerdos de Abraham desde el retorno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al cargo en enero. La adhesión reforzó la lista de participantes del marco impulsado por Washington.
Los acuerdos, negociados por Trump en su primer mandato en 2020, ya habían normalizado relaciones entre Israel y Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Marruecos y Sudán. Ese proceso estableció canales diplomáticos y comerciales formales entre los firmantes y reabrió interlocuciones que pasaron a un plano oficial bajo ese entendimiento.
La incorporación de Kazajistán tuvo un alcance más acotado, porque el país sin litoral ya mantenía relaciones diplomáticas con Israel desde 1992, poco después de su separación de la Unión Soviética. La novedad formalizó su adhesión al esquema, aunque los vínculos bilaterales existían desde los primeros años de su independencia.
