Superando sus propias expectativas, el atleta israelí Matan Roditi quedó el jueves en cuarto lugar en la prueba de natación de 10 kilómetros de los Juegos Olímpicos de Tokio.
De los 26 competidores, el atleta de 22 años esperaba terminar entre los ocho primeros. Sorprendiendo a su equipo olímpico, Roditi terminó la competición en 1:49:01.1, quedando en cuarto lugar.
“Es un logro increíble”, dijo en una entrevista después de la competición. “Mi objetivo era terminar entre los ocho primeros. A lo largo de la carrera traté de ahorrar energía y [estar al frente del grupo] me dio el impulso que necesitaba en la meta”.
Para poner en perspectiva el logro de Roditi, superó a dos medallistas de los Juegos Olímpicos de Río 2016: El holandés Ferry Weertman, que ganó una medalla de oro en Río y fue séptimo esta vez, y el francés Marc-Antoine Olivier, que ganó una medalla de bronce en 2016 y fue sexto en Tokio.
Raditi cruzó la meta a solo 23,8 segundos del italiano Gregorio Paltrinieri, que ganó el bronce. El alemán Florian Wellbrock ganó el oro (1:48:33.7) y el húngaro Kristof Rasovszky la plata (1:48:59.0).
El joven nadador, que se convirtió en el primer israelí en participar en el maratón de 10 kilómetros en aguas abiertas, admitió que todavía tendría que trabajar mucho para conseguir una medalla, pero dijo que era “optimista para los próximos Juegos Olímpicos”.
Roditi expresó su esperanza de que su actuación conduzca a un mayor desarrollo de este deporte en Israel.
“Espero que ahora surjan muchos más nadadores de aguas abiertas, que la natación siga evolucionando y que muchos niños se sientan motivados [a participar]”.
A pesar de que la carrera comenzó a las 6:30 de la mañana, la temperatura ya era de 81 grados Fahrenheit (27,2 Celsius) con un 80% de humedad, lo que hacía que se sintiera cerca de los 90 grados. A diferencia de la carrera femenina del día anterior, no había nubes para mitigar el calor.