El luchador iraní Alí Reza Karimi, manifestó que sus entrenadores le dijeron un minuto antes de finalizar el último round del Campeonato Mundial Sub-23 realizado en Polonia que perdiera intencionalmente ante un competidor ruso, Alikhan Zhabrailov, para evitar enfrentarse a un luchador israelí en la siguiente ronda.
Los atletas iraníes tradicionalmente se abstienen de competir contra Israel y el gobierno de Irán normalmente recompensa esta actitud.
El Ministerio de Deportes iraní en una declaración elogió al luchador alegando que apoya los valores humanos.
Irán no reconoce a Israel y lo coloca en la misma categoría que a Estados Unidos, que decidió nominarlo como el Gran Satán, y prohíbe a sus deportistas competir contra ellos. La Federación de lucha de su país en una declaración emitida lo llamó “héroe” y alabó su sacrificio, dando a entender que había actuado de manera semejante a la que realizó anteriormente en el año 2013.