Las jugadoras irlandesas optan por no seguir protocolos habituales en respuesta a acusaciones de antisemitismo.
La selección femenina de Irlanda decidió no realizar los tradicionales apretones de manos en su reciente partido contra Israel. Este acto fue en protesta por las declaraciones de antisemitismo hechas por la jugadora israelí Dor Saar, difundidas por la Asociación Israelí de Baloncesto.
Basketball Ireland, ante las acusaciones, ha presentado un informe a FIBA Europa, buscando abordar la situación. A pesar de la controversia, el partido de clasificación para el EuroBasket se llevó a cabo en Riga, Letonia, debido a las circunstancias actuales en Gaza, donde normalmente no se habría jugado.
El encuentro finalizó con una victoria para Israel por 87-57, situándolas en un grupo de competencia junto con Francia y Letonia. Irlanda espera recibir a Israel en su propio terreno el próximo 10 de noviembre, lo que promete ser un encuentro cargado de expectativas tras los recientes acontecimientos.
“Llevo mucho tiempo en el deporte, nunca había visto algo así en toda mi vida”, declaró la seleccionadora israelí, Sharon Drucker, en la página web de la Asociación Israelí de Baloncesto tras el partido.
“Nunca hubo un partido en el que no te hicieras un regalo, te dieras la mano, te desearas lo mejor. [Los irlandeses] tomaron totalmente partido, y hoy han recibido su castigo. El deporte tiene que unir a la gente y tender puentes. Tomaron partido sin pensar siquiera en lo que estaban haciendo”, declaró Drucker.
“Basketball Ireland informó ayer a FIBA Europe de que, como resultado directo de los recientes comentarios realizados por jugadores y cuerpo técnico israelíes -incluidas acusaciones incendiarias y totalmente inexactas de antisemitismo, publicadas en canales oficiales de la federación israelí-, nuestros jugadores no participarán en los tradicionales acuerdos previos a los partidos con nuestros próximos rivales”, rezaba el jueves un comunicado de Basketball Ireland.
“Esto incluye el intercambio de regalos, apretones de manos formales antes o después del partido, mientras que nuestros jugadores se alinearán para el himno nacional junto a nuestro banquillo, en lugar de en el centro de la cancha. Basketball Ireland apoya plenamente a nuestros jugadores en su decisión”.
Aunque Irlanda desafió las presiones para boicotear el partido -la federación dijo que no era factible-, varios jugadores optaron por no viajar a Riga.
“Se sabe que son bastante antisemitas y no es ningún secreto, y quizá por eso se espera un partido fuerte”, había dicho Saar, estudiante residente en Estados Unidos, en una entrevista antes del partido publicada por la Asociación Israelí de Baloncesto.
“Tenemos que demostrar que somos mejores que ellos y ganar. Lo hablamos entre nosotros. Sabemos que no nos quieren y vamos a dejarlo todo en la cancha siempre y en este partido especialmente”.
“Fue mucho más que una victoria, se convirtió en algo personal”, declaró después Eden Rotberg, la capitana israelí. “Todo el mundo se lo tomó como algo personal y estoy muy contenta de que hayamos ganado, es un orgullo para el país. El deporte debe mantenerse al margen de la política, y eso no es lo que ha ocurrido hoy ni últimamente con los irlandeses. Fue muy difícil para mí verlos durante el himno nacional siendo irrespetuosos”.