El Comité Judío Estadounidense (AJC) expresó profunda consternación tras un ataque a tiros que cobró la vida de dos empleados de la embajada israelí. El incidente ocurrió fuera del Museo Judío de la Capital en Washington, DC, durante un evento organizado por la entidad. Ted Deutch, CEO del AJC, manifestó que la organización está devastada por este acto de violencia atroz. Mientras se espera información oficial de las autoridades, el enfoque permanece en las víctimas, sus familias y los heridos.
Horrorizada, la Federación Judía de América del Norte se solidarizó con las víctimas y el AJC. La entidad colabora con la Federación Judía del Gran Washington y socios de seguridad para esclarecer los hechos y mantener informada a la comunidad. La prioridad absoluta es garantizar la seguridad de todos, un objetivo que perseguirán sin descanso hasta lograrlo plenamente.
ZAKA, organización de emergencia, transmitió condolencias y apoyo a las familias afectadas. Según la entidad, este ataque resalta la indiferencia de muchos países ante la lucha de Israel y los retos del pueblo judío. El incidente, ocurrido tras la Marcha de Apoyo en Nueva York, subraya la necesidad de unidad contra el terrorismo.
Por su parte, el Movimiento de Combate al Antisemitismo vinculó el asesinato al odio promovido por quienes incitan a “Globalizar la Intifada”. La organización afirmó que este crimen refleja la violencia de la extrema izquierda, un peligro que habían advertido previamente. El atacante, desconocedor de la nacionalidad de las víctimas, las seleccionó por asistir a un evento judío, lo que evidencia que el antisemitismo no se origina en la guerra con Israel, sino en el rechazo a la identidad judía.
El movimiento Betar US exigió a Estados Unidos acelerar la deportación de agitadores pro-Hamás para prevenir futuros ataques terroristas. Además, lamentó la tragedia y promovió la Aliá como una solución para los judíos, en un contexto de duelo por las pérdidas sufridas.