Después de que se le negara la entrada a Israel, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, acusa al gobierno de buscar “aislar al pueblo palestino y ocultar al mundo las constantes violaciones de los derechos humanos que sufren”.
Collboni, cuya ciudad ha cortado los lazos con Israel, dice en una publicación de Instagram en catalán que fue invitado por sus homólogos palestinos en Ramallah y Belén “para aprender de primera mano sobre las realidades de las ciudades palestinas”.
Dice que el viaje iba a incluir una reunión en Jerusalén con los grupos israelíes de izquierda B’Tselem y Peace Now; una colocación de coronas de flores en las tumbas del difunto primer ministro israelí Yitzhak Rabin y el presidente de la Autoridad Palestina, el terrorista Yasser Arafat; y una visita a un nuevo campamento en Ammán dirigido por UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos a la que Israel ha acusado de cooperar con grupos terroristas.
Collboni no menciona una visita planeada a Yad Vashem, el monumento conmemorativo del Holocausto en Jerusalén, donde los medios hebreos dijeron que estaba listo para ir.
Califica la decisión de negar la entrada a su delegación como un “acto hostil” y dice que “solo fortalece nuestra determinación… por la paz, la justicia y el reconocimiento de los derechos del pueblo palestino. Su voz también es la nuestra”.