El partido Laborista de Australia anunció el retorno oficial al uso del término “Territorios Palestinos Ocupados”, reforzando así sus objeciones a los asentamientos en Judea y Samaria.
Australia se alinea con el derecho internacional
La ministra de Asuntos Exteriores, Penny Wong, confirmó que la decisión busca reforzar el desacuerdo del país con los asentamientos en Judea y Samaria, calificándolos como ilegales según el derecho internacional.
Wong también señaló que, al adoptar esta terminología, Australia se sincroniza con la postura de otras naciones, la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
La ministra aclaró que esta medida reconoce que Judea y Samaria, el Este de Jerusalén y Gaza fueron ocupadas por Israel tras la guerra de 1967 y que la ocupación continúa en la actualidad.
Diálogo con el embajador de Israel
Ante estos cambios, el gobierno australiano mantuvo conversaciones con el embajador de Israel en Canberra, según reporta The Guardian.
El Australia/Israel & Jewish Affairs Council (AIJAC) expresó su descontento con la nueva postura de Australia, calificando la decisión como decepcionante.
Colin Rubenstein, director ejecutivo de la AIJAC, indicó que la postura actual de Australia contradice las de democracias aliadas como Estados Unidos y Canadá.
Antecedentes de la postura australiana
En el pasado, el gobierno australiano había retirado el reconocimiento de Jerusalén occidental como capital de Israel. Penny Wong criticó tal decisión, afirmando que fue tomada no por convicción, sino por razones políticas.
La ministra recordó que tanto Israel como los palestinos reclaman Jerusalén como capital y que la comunidad internacional considera que el estatus de la ciudad debe ser negociado entre ambas partes.
Wong ya había anticipado, cuando era senadora de la oposición, que un gobierno del Partido Laborista reconsideraría el reconocimiento a Jerusalén.
Preocupación internacional sobre asentamientos
El 30 de junio, Australia, junto con el Reino Unido y Canadá, pidió a Israel revocar sus planes de expansión de asentamientos en Judea y Samaria.
Estos tres países mostraron su preocupación ante la aprobación de 5.700 nuevas viviendas en asentamientos por parte de Israel, dentro de un plan más amplio que contempla 13.082 viviendas hasta 2023.
Los ministros de Asuntos Exteriores de estas naciones describieron la expansión de asentamientos como un “obstáculo para la paz”, afectando negativamente a los esfuerzos por alcanzar una solución negociada entre Israel y Palestina.