Australia cuestionó las declaraciones del líder israelí Benjamin Netanyahu, quien calificó al primer ministro australiano Anthony Albanese como “político débil que traicionó a Israel”. La relación entre ambos países se tensó luego de que Canberra anunciara su reconocimiento de un Estado palestino. Durante décadas, Australia mantuvo vínculos estrechos con Israel, pero las recientes decisiones diplomáticas generaron un rápido deterioro en la cooperación bilateral.
El ministro del Interior australiano, Tony Burke, respondió el miércoles calificando los comentarios de Netanyahu como propios de un líder frustrado. Burke afirmó que “la fuerza no se mide por la cantidad de personas que puedes hacer estallar o cuántos niños puedes dejar hambrientos”. Sus declaraciones fueron difundidas por la emisora nacional ABC y subrayan el rechazo de Canberra a los ataques verbales de Tel Aviv.
