El presidente de EE. UU., Joe Biden, dijo el viernes que su próximo viaje a Israel y a la región aún no se había concretado. Pero confirmó que es posible que visite Arabia Saudita durante su estancia en la zona, en un momento en que la administración busca reforzar sus alianzas en Oriente Medio.
Las especulaciones sobre el próximo viaje a Oriente Medio, previsto para mediados de junio, se han intensificado en los últimos días, y algunos informes vinculan el viaje a las conversaciones entre Egipto y Arabia Saudita, auspiciadas por Estados Unidos, que podrían incluir pasos hacia la normalización con Israel.
“No estoy seguro de ir”, respondió Biden cuando se le preguntó en una rueda de prensa sobre economía si viajaría a Arabia Saudita.
La Casa Blanca ha estado presionando a Riad para que aumente la producción de petróleo con el fin de bajar los precios del gas que se han disparado debido a las sanciones de Estados Unidos contra Rusia por su invasión de Ucrania.
“No tengo planes directos en este momento, pero déjenme decirles que he estado comprometido en tratar de trabajar con la forma en que podemos traer más estabilidad y paz en Oriente Medio”, dijo. “Existe la posibilidad de que me reúna tanto con los israelíes como con algunos países árabes en ese momento, incluyendo… Arabia Saudita estaría incluida en eso si fuera, pero no tengo planes directos en este momento”.
Biden dijo al primer ministro Naftali Bennett durante su llamada telefónica a finales de abril que planeaba visitar Israel en los próximos meses, no obstante no se ha anunciado ninguna fecha oficial.
Un funcionario israelí dijo a The Times of Israel la semana pasada que el viaje probablemente tendrá lugar la semana del 19 de junio e incluirá una visita del presidente al Este de Jerusalén. Un funcionario estadounidense confirmó que Biden también viajará a la Autoridad Palestina, y se reunirá con Mahmoud Abbas.
Sin embargo, la parte más importante de la gira parece tener lugar en Riad, ya que Washington trata de restablecer los vínculos con el reino del Golfo, al que Biden prometió tratar como un “paria” durante su campaña electoral.
Al preguntársele si seguía manteniendo esa opinión, Biden indicó que estaba dispuesto a comprometerse por la paz.
“Mira, no voy a cambiar mi opinión sobre los derechos humanos, pero como presidente de Estados Unidos mi trabajo es traer la paz si puedo, y eso es lo que voy a intentar hacer”, dijo.
Al parecer, el gobierno de Biden ha estado mediando en las conversaciones entre Arabia Saudita y Egipto para ultimar un acuerdo de transferencia de las islas Tirán y Sanafir del Mar Rojo de El Cairo a Riad.
Las islas ocupan un lugar destacado en el acuerdo de paz entre Israel y Egipto de 1979 y la transferencia requeriría cierto grado de apoyo israelí. Por ello, Estados Unidos e Israel habrían presionado a Riad para que dé una serie de pequeños pasos hacia la plena normalización con Jerusalén a cambio de que Israel cumpla con la transferencia de las islas.
Añadió que era demasiado pronto para discutir públicamente la reunión con el príncipe heredero saudí Mohammad bin Salman si viaja a Riad.
“Mira, nos estamos adelantando a los acontecimientos”, dijo. “Lo que quiero hacer es procurar que disminuyamos la probabilidad… de las guerras sin sentido entre Israel y las naciones árabes, y en eso estoy centrado”, añadió.