Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, planea invitar al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu a Washington para finales de año, manteniendo sus condiciones para dicha visita.
Reforma judicial en Israel: punto de conflicto
La postura del gobierno estadounidense respecto a la propuesta de reforma judicial de Netanyahu no se ha modificado. Se reportó que el mandatario estadounidense y su administración no se sienten amenazados por las modificaciones sugeridas por el primer ministro israelí durante una entrevista con The Wall Street Journal. La posición firme de la administración de Biden es que dicha reforma se apruebe bajo un amplio consenso.
Expectativa de compromiso
Un representante del Departamento de Estado norteamericano declaró que Biden espera que Netanyahu busque el compromiso y proceda solo con un amplio acuerdo.
Netanyahu, durante su entrevista, mencionó que había efectuado diversos cambios a la propuesta original de reforma, incluyendo la eliminación de una cláusula que permitiría anular una decisión del Tribunal Supremo con una mayoría simple.
Cambios en la estructura judicial
El primer ministro también indicó que el Comité de Selección Judicial sería modificado, aunque no en la misma medida propuesta en la versión inicial del plan.
Sin embargo, las autoridades estadounidenses han mantenido su opinión de que cualquier cambio en la reforma judicial en Israel debe contar con el acuerdo del gobierno y la oposición.
Búsqueda de consenso para reformas
Funcionarios de Estados Unidos han insistido en que para que las reformas sean duraderas y sostenibles, necesitan un amplio respaldo.
Así mismo, el embajador estadounidense en Israel, Tom Nides, señaló que la respuesta del público sería “dramática” si Netanyahu decidiera llevar a cabo el plan de reforma judicial de forma unilateral.
Respuesta de Netanyahu
Netanyahu respondió a Biden diciendo que la alianza entre Israel y Estados Unidos es firme y supera los desacuerdos ocasionales entre ambos países.
Por su parte, Netanyahu reafirmó que Israel, como país soberano, toma sus decisiones basándose en la voluntad de su pueblo y no en presiones externas, incluso provenientes de sus aliados más cercanos.