El ex gobernador Mike Huckabee habló con Arutz Sheva tras la conferencia de la Israel Heritage Foundation y Arutz Sheva en Jerusalén.
“El debate es el signo de una democracia sana”, dijo refiriéndose a las reformas judiciales. “Pero a veces, la gente dice que la cuestión es la reforma judicial cuando, en realidad, simplemente no les interesa el primer ministro”.
“Soy un gran admirador del primer ministro, y le he observado a lo largo de los años. Su habilidad en el arte de gobernar no tiene parangón: su capacidad para tratar con cualquier líder mundial del espectro, para mantener a Israel a salvo, para mantener a Israel avanzando en situaciones difíciles”.
“La idea de un equilibrio de poder es razonable. Ciertamente lo tenemos en Estados Unidos, donde ninguna rama del gobierno puede anular a las otras dos. Creo que es inusual que una rama tenga poder ilimitado”.
Huckabee también abordó la implicación de Estados Unidos en la cuestión de la reforma judicial en Israel: “Creo que la administración Biden tiene suficientes problemas en su propio país. No solo es inusual que se inmiscuyan en la política israelí, sino que la postura que adoptan es antitética a la forma en que se gobierna Estados Unidos, con un poder judicial capaz de anular a los otros dos poderes”.
También cuestionó la postura de la administración sobre Judea y Samaria: “No entiendo por qué alguien puede pensar que Israel renuncie a un pedazo de la tierra prometida a Abraham hace 3.800 años es una buena idea. Cada vez que Israel ha cedido tierras ha conseguido menos tierras y menos paz”.
Huckabee es optimista sobre la posibilidad de añadir a Arabia Saudí a los Acuerdos de Abraham: “Ciertamente está en el horizonte. Todo el mundo gana cuando hay estos acuerdos de paz; ya hemos visto beneficios económicos con EAU y Bahréin”.
También dio su opinión sobre las elecciones presidenciales estadounidenses: “Me encantaría ver a Donald Trump de nuevo en la Casa Blanca. Nunca he visto una carrera en la que un presidente utilice todos los poderes de su cargo para perseguir a su oponente. Cuando persigues a alguien por decir o creer algo que no te gusta, entras en territorio peligroso: esto es cosa de república bananera tercermundista”.