Una orden de arresto internacional fue emitida por Bosnia contra Milorad Dodik, líder de la entidad serbia de la República Srpska, quien se encuentra de visita en Israel. La fiscalía lo acusa de violar el orden constitucional y eludir los controles fronterizos. Una orden similar se dictó contra el presidente del Parlamento serbio-bosnio, Nenad Stevandic, tras su regreso desde Serbia.
Desde el fin de la guerra de 1992-1995, Bosnia permanece dividida en dos entidades semiautónomas: la República Srpska y una federación musulmano-croata, cada una con su propio gobierno, aunque comparten instituciones centrales debilitadas. Dodik y Stevandic están señalados por aprovechar sus cargos para salir del país sin respetar la normativa legal vigente.
Milorad Dodik, cercano al Kremlin, ha promovido abiertamente la secesión de la entidad serbia y ha bloqueado la intervención de organismos judiciales y policiales federales. El Tribunal Constitucional anuló esa directiva, pero la guerra continúa. La orden de arresto local también incluye al primer ministro Radovan Viskovic, implicado en los mismos cargos.
Pese a esta situación, Dodik viajó primero a Serbia, donde se reunió con el presidente Aleksandar Vucic, quien rechazó su detención y cuestionó el proceso judicial. Posteriormente, se trasladó a Israel para participar en una conferencia sobre antisemitismo. Según el comunicado oficial, el Tribunal Estatal considera su presencia en el extranjero como justificación para la orden emitida a través de Interpol.
Durante su visita en Israel, Dodik se reunió con el ministro Zeev Elkin y visitó el sitio del ataque del 7 de octubre de 2023, donde el grupo terrorista palestino Hamás asesinó a más de 360 personas en un festival musical. Israel, como miembro de Interpol, deberá decidir si cumple con la solicitud de detención.
El gobierno de Estados Unidos y el Reino Unido ya impusieron sanciones contra Dodik por su postura separatista, mientras que Rusia ha expresado su respaldo. La condena dictada en su contra el mes pasado incluyó un año de prisión y una prohibición de ejercer cargos públicos durante seis años, tras desafiar al alto representante internacional Christian Schmidt.
La tensión en Bosnia se ha intensificado desde esa condena, incrementando el riesgo de confrontaciones entre las fuerzas policiales leales a Dodik y las de las instituciones federales. Esta situación ha desencadenado la mayor crisis desde la guerra interétnica de los años 90, que dejó más de 100.000 muertos.
El acuerdo de paz impulsado por Estados Unidos en 1995 estableció la actual estructura dual del país. Sin embargo, la fragmentación étnica y los choques políticos siguen dificultando el avance hacia la integración en la Unión Europea.