Una votación en el Senado de Estados Unidos concluyó con la confirmación de Mike Huckabee como embajador en Israel. La decisión se aprobó por 53 votos a favor y 46 en contra.
El respaldo provino mayoritariamente de los republicanos, mientras que los demócratas se opusieron de forma casi unánime. Solo John Fetterman, senador por Pensilvania y firme defensor de Israel, rompió filas con su partido para apoyar la nominación.
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, reveló su elección de Huckabee el 12 de noviembre, poco después de haber ganado las elecciones. La nominación se formalizó ante el Senado el 11 de febrero.
Huckabee mantiene una larga trayectoria de apoyo a Israel. Durante una rueda de prensa conjunta de la Fundación del Patrimonio de Israel y Arutz Sheva en Jerusalén, en agosto de 2023, relató que su vínculo con el país comenzó en su primera visita en 1973.
Después de su nominación en noviembre de 2024, ofreció declaraciones a Arutz Sheva, donde compartió la acogida que recibió. Afirmó haber recibido una avalancha de mensajes positivos tanto de ciudadanos estadounidenses como de israelíes, incluidos judíos y cristianos evangélicos.
Mencionó también llamadas de figuras relevantes. El primer ministro Benjamin Netanyahu lo contactó una hora después del anuncio. Ron Dermer, el ministro de Asuntos Exteriores y otros funcionarios israelíes también lo felicitaron a través de correos electrónicos, mensajes de texto y llamadas.
Las críticas, según sus palabras, llegaron desde sectores predecibles: la extrema izquierda y medios de comunicación. Señaló que su rechazo a la solución de dos Estados ha generado rechazo entre ciertos grupos, pero reafirmó su postura, coincidente con la de Trump.
Recalcó que el rol de embajador requiere acatar las decisiones del presidente. Subrayó que las políticas a ejecutar serán las del mandatario, no las suyas, y elogió la línea proisraelí que Trump ha mantenido durante su gobierno.
Para Huckabee, el cargo de embajador en Israel representó una excepción personal. Dijo no haber buscado ni aspirado a ningún puesto federal. La llamada de Trump lo tomó por sorpresa, y su respuesta fue inmediata: aceptó sin dudar, según sus propias palabras, como lo hizo el profeta Isaías.