Casi un año después de que el expresidente estadounidense Donald Trump anunciara que Sudán aceptaba hacer la paz con Israel, con pocos avances hacia un acuerdo real firmado entre los países, una alta delegación israelí se reunió con el ministro de Justicia sudanés Nasredeen Abdulbari en Abu Dhabi el miércoles.
Entre los miembros de la delegación se encontraban el ministro de Cooperación Regional, Esawi Frej, el viceministro de Asuntos Exteriores, Idan Roll, y la presidenta de la Subcomisión de Asuntos Exteriores de la Knesset, Emilie Moatti.
“La cooperación con Israel en los ámbitos de la educación y la cultura son incluso más importantes para nosotros que la cooperación económica”, dijo Abdulbari, según Frej. “Debemos conocernos y reforzar los lazos humanos entre nosotros”.
Roll hizo hincapié en la importancia de firmar un tratado de paz entre los países, según el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Una fuente de la delegación dijo que Abdulbari expresó un verdadero entusiasmo por la formalización de las relaciones entre Sudán e Israel, y se mostró optimista de que las cosas avancen.
Además, Roll y Abdulbari hablaron de trabajar juntos en los ámbitos de la educación y la formación tecnológica para que la población de los países de los Acuerdos de Abraham se adapte a los cambios en el mercado laboral y aprenda a realizar trabajos de alta tecnología a distancia.
Sudán aceptó la normalización y la paz con Israel bajo la presión de Estados Unidos, que se disponía a retirar a Sudán de su lista de estados patrocinadores del terrorismo.
Poco después del anuncio se celebraron reuniones entre altos cargos de seguridad israelíes, así como el entonces ministro de inteligencia Eli Cohen, y ministros sudaneses.
Sin embargo, los avances en las relaciones entre Israel y Sudán han sido lentos.
Estados Unidos ha estado presionando a Sudán para que avance en la firma de un acuerdo de normalización, como informó Amichai Stein de la KAN a principios de esta semana.
El gobierno de transición sudanés, que dirige el país tras el derrocamiento del veterano dictador Omar al-Bashir, está compuesto por líderes militares encabezados por el presidente del Consejo de Soberanía, Abdel Fattah al-Burhan, y por líderes civiles dirigidos por el primer ministro sudanés, Abdalla Hamdok.
La parte militar se ha mostrado más entusiasta con los lazos con Israel, mientras que la parte civil está más preocupada por una respuesta pública hostil. Abdulbari está en el lado civil, y sus reuniones públicas con altos funcionarios israelíes podrían considerarse como un movimiento hacia un acuerdo.