El aspirante republicano a la presidencia, Ron DeSantis, descarta la entrada de refugiados de la Franja de Gaza a Estados Unidos, argumentando riesgos de antisemitismo. Contrasta la responsabilidad de Israel y Hamás en la crisis humanitaria.
En una reciente declaración que marca un punto de inflexión en el diálogo político, Ron DeSantis, candidato republicano, ha generado controversia al afirmar que Estados Unidos no debería recibir refugiados de la Franja de Gaza, refiriéndose a ellos como antisemitas. Paralelamente, ignora los llamamientos globales instando a Israel a suministrar recursos básicos como agua potable y facilidades esenciales a los 2,3 millones de habitantes en el enclave palestino.
La posición de DeSantis muestra un desvío significativo de la línea diplomática usual de Estados Unidos, donde varios políticos, incluso dentro de su partido, hacen una diferenciación clara entre los civiles palestinos y el grupo terrorista Hamás. Este último ha estado en control de Gaza desde 2007 y ha sido responsable de un reciente ataque terrorista contra Israel, en el que asesinaron a más de 1.300 personas, en su mayoría civiles.
En una conversación con “Face The Nation” de la CBS, DeSantis declaró: “Existen israelíes y estadounidenses secuestrados, pero no veo que exista una obligación de proporcionar agua y otros servicios públicos mientras estos secuestros perduren. Hamás debería liberar a estos rehenes antes de iniciar cualquier diálogo”.
El político republicano mantuvo su postura durante la entrevista, sugiriendo que debido al régimen de Hamás en Gaza, ningún individuo de esa zona debería ser considerado para refugio en Estados Unidos. “EE. UU. no debe aceptar a ninguno de ellos. Considero que la cultura, dado que eligieron a Hamás —seamos francos al respecto—, no todos son partícipes de Hamás, probablemente la mayoría no. Sin embargo, seleccionaron a Hamás”, expresó sobre los habitantes de Gaza.
Hamás alcanzó el poder en Gaza en 2007 tras desplazar a la Autoridad Palestina mediante un violento golpe. Desde ese evento, no se han celebrado elecciones democráticas en el área.
DeSantis esbozó su percepción de una “cultura perjudicial” en Gaza. “Opino que si trasladáramos a una cantidad considerable de ellos a Estados Unidos, se incrementaría el antisemitismo aquí y, asimismo, crecería el sentimiento antiamericano”, concluyó.