El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, firmó el sábado una declaración que agiliza la entrega de aproximadamente 4.000 millones de dólares en ayuda militar a Israel. Destacó que esta medida refleja el rechazo del presidente Donald Trump a las restricciones impuestas por su antecesor, Joe Biden.
Desde su toma de posesión el 20 de enero, la administración Trump ha aprobado casi 12.000 millones de dólares en importantes ventas de armas a Israel. Rubio afirmó en un comunicado que el gobierno seguirá empleando todos los recursos disponibles para garantizar la seguridad de Israel y contrarrestar amenazas.
Rubio utilizó la autoridad de emergencia para acelerar la entrega de asistencia militar, justificando la decisión por la posible reanudación de la guerra en Gaza, pese al frágil alto el fuego con Hamás. Sin embargo, el Departamento de Estado no detalló qué tipo de armamento se incluye en este paquete.
El funcionario sostuvo que la administración está eliminando un “embargo parcial de armas” impuesto por Biden. Este último ha negado haber bloqueado envíos a Israel, salvo por un lote de bombas “revienta búnkeres” de 2.000 libras, que finalmente llegaron el mes pasado tras la intervención de Trump.
Rubio vinculó la decisión con la revocación de un memorándum de la era Biden que imponía condiciones sobre el uso de armamento estadounidense. Dicho documento, eliminado por Trump el lunes, obligaba a los receptores de armas a comprometerse a no atacar civiles ni restringir ayuda humanitaria.
El anuncio coincidió con la eliminación de la revisión del Congreso para la venta de 3.000 millones de dólares en armamento a Israel. Entre los equipos retenidos por Biden estaban excavadoras blindadas, cuya entrega se había demorado por preocupaciones sobre su uso en la demolición de viviendas en Gaza. Las Fuerzas de Defensa de Israel argumentaron que estas construcciones eran utilizadas por Hamás.
Además de las excavadoras, la venta aprobada el viernes incluye más bombas pesadas, del mismo tipo que Biden bloqueó en mayo, cuando Israel lanzó operaciones en Rafah, un área densamente poblada en la Franja de Gaza.
La guerra se intensificó tras el ataque del 7 de octubre de 2023, cuando terroristas de Hamás mataron a unas 1.200 personas en Israel y tomaron 251 rehenes. En respuesta, Israel ha recibido más de 76.000 toneladas de equipo militar desde el inicio de la guerra, transportadas en 678 aviones y 129 barcos, en su mayoría desde Estados Unidos.
Trump ha recurrido a la declaración de emergencia para agilizar la venta de armas a Israel en dos ocasiones recientes. Aunque la administración Biden también utilizó esta facultad, posteriormente retomó un proceso más lento y sujeto a revisión del Congreso.